Zîlan: resistencia total frente al colonialismo

Después de que el Servicio de Inteligencia Militar Turco intentara asesinar al líder kurdo Abdullah Öcalan en Siria, una joven kurda, Zeynep Kinanci, o ‘Zîlan’, tomó la decisión de vengar este intento y también protestar en contra de la guerra sucia y brutal del régimen turco contra el pueblo kurdo en Turquía, que estaba siendo escondida al resto del mundo. El 30 de junio de 1996, en Dersim, se dirigió entre las fuerzas ocupantes de su nación, el Kurdistán, hasta un desfile militar turco, dónde se inmoló, matando e hiriendo seriamente a docenas de soldados turcos.

Antes de llevar a cabo esta acción, que planeó y realizó ella sola, escribió una carta abierta al líder del PKK, Abdullah Öcalan. Para aquellos que intentan entender la voluntad de resistencia del PKK, y su sacrificio y lucha contra todo pronóstico, es importante leer las propias teorizaciones de las militantes sobre sus acciones. Tal y como ilustra la carta que sigue, en contra de los intentos de patologizar las acciones de auto-sacrificio, militantes como Zîlan son muy conscientes de las implicaciones de sus decisiones, a las que recurren en momentos de un asedio total por parte de las fuerzas coloniales.

La acción de Zîlan aceleró los esfuerzos del movimiento de mujeres kurdas para organizarse autónomamente, que había empezado con la formación de un ejército autónomo. Su vida y muerte ayudaron a desencadenar los movimientos hacia la fundación de un partido de mujeres (hoy es el PAJK) y la articulación de la “ideología de la liberación de las mujeres” en el PKK.

Abdullah Öcalan ha escrito montones de páginas sobre Zîlan y la ha dedicado formaciones enteras, advirtiendo a sus camaradas de no malinterpretar el significado de su acción. Mientras muchas de las tácticas de la guerrilla en ese tiempo eran ineficientes y mal ejecutadas, él explicó que la práctica de Zîlan constituyó un “manifiesto de vida”. Pese a que siempre desaconsejó las acciones suicidas, Öcalan instruyó a los militantes para ver la acción de guerrilla de Zîlan como una dura crítica a sus tácticas fallidas.

Hasta el día de hoy, Zîlan es una de las mártires más respetadas del movimiento del PKK. Mujeres tal como Arîn Mirkan y Avesta Xabûr han sido comparadas con Zîlan en sus acciones de auto-sacrificio contra el Estado Islámico en Kobane y contra el Estado turco en Afrin en los años recientes.

A continuación transcribimos la carta completa:

Mi nombre es Zeynep Kinaci, nací en Malatya en 1972. Mi familia viene del pueblo de Elamli, pertenecemos a la tribu Mamureki. Estudié turismo y psicología en la universidad de Inonu en Malatya.

Antes de unirme al movimiento de liberación, trabajé en la clínica estatal en Malatya. Estoy casada: mi marido es del pueblo de Ixliya. Él también fue a la universidad de Malatya. Durante un enfrentamiento en Adana en el invierno de 1995 fue capturado por el enemigo. Mi familia era bastante acomodada y yo crecí con una educación liberal. Mi interés por la izquierda y el movimiento kurdo se despertó durante mis estudios universitarios, aunque en aquel momento no me atraía ninguno de los movimientos en particular.

Creo que mi apoyo al PKK y al movimiento de liberación tiene sus raíces en el hecho de que mi familia estaba preocupada por preservar su identidad kurda. Teníamos un buen número de amigos patrióticos, pero no estábamos organizados ni nada parecido. Por otro lado, los problemas económicos que acosaron a mi familia previnieron que durante un largo tiempo descubriera mi propia identidad.

Pero poco a poco la situación cambió, así que pude tomar la decisión madura y segura de unirme al movimiento de liberación. El año 1994, empecé a luchar en el frente de Adana, donde estuve un año. En 1995, me uní a las unidades del ARGK (guerrilla) en la región de Dersim. Fue en ese momento que hice un gran desarrollo, tanto personalmente como políticamente.

Nuestra lucha bajo el liderazgo del PKK ha salvado al pueblo kurdo de su destrucción total y lo ha conducido hacia el camino de la liberación. Para inspirar a un pueblo cuyos valores nacionales, alma, consciencia e identidad pertenecían al enemigo, para levantarse y luchar, es necesario un gran sentido de la responsabilidad, conocimiento histórico, coraje y determinación.

El PKK y Apo (Abdullah Öcalan), su fundador, han despertado al pueblo de su letargo. Un pueblo que no tenía ningún liderazgo, al que le faltaba patriotismo e intelecto, cuya historia fue negada por su opresor: un pueblo que sirvió al enemigo y al imperialismo y que cada vez estaba siendo más deshumanizado, fue inspirado para tomar la lucha y luchar por su independencia.

El gran poeta Ehmedê Xanî dijo una vez: “Si hubiéramos tenido un líder honesto y honorable, nunca hubiéramos sido esclavizados por los turcos, los árabes y los persas”. Un pueblo cuyos miembros individuales siempre y solamente actúan según sus propios intereses, o según los intereses de la familia o la tribu y que ha sido mandado por líderes fraudulentos, ha sido durante mucho tiempo expuesto a esta maldición.

La historia muestra que ninguna lucha nacional puede ser victoriosa sin un líder que dedique su vida para la gente, que sienta su dolor y sus deseos, que desinteresadamente reconozca las tareas prácticas de la lucha por la liberación.

Un pueblo que estaba totalmente alienado, los valores políticos, sociales y culturales del cual eran explotados, planteó un gran reto para el liderazgo del PKK. Nuestro partido ha empezado en el camino de la liberación en circunstancias extremadamente difíciles. Su actitud hacia la religión, las cuestiones de la identidad y de la familia, son únicas.

El armar a las mujeres y las conferencias y congresos de mujeres han sido organizados por nuestro partido. La vida del líder del partido, su coraje, dedicación a la causa, su inteligencia, amplitud de miras, su proximidad y sensibilidad con el pueblo ordinario, sus métodos y experiencia es incomparable con el estándar de ningún otro movimiento. Su interpretación y su análisis de los hechos es no-dogmático.

La dirección del partido ha desarrollado la revolución kurda a través de una síntesis correcta de la teoría revolucionaria y la práctica, y en total consonancia con la realidad kurda. Ha conseguido esto, no por imitación o dogma, sino creativamente.

Las razones a la que se aduce a menudo para retrasar nuestro desarrollo personal, tales cómo la influencia de las ideas burguesas y feudales, la guerra especial, y las influencias hostiles, que normalmente forman el punto inicial para la autocrítica estéril son fáciles e inadecuadas. Creo que la autocrítica más efectiva es la realización práctica de nuestras tareas históricas. El enemigo libra una guerra total en contra nuestro, nuestra respuesta debe ser la resistencia total en la lucha por nuestra libertad.

La resistencia se ha convertido en el principio básico característico del PKK. Tenemos que reclamar esta herencia histórica y actuar de acorde con las demandas de este período.

Esto hace que acciones como la muerte voluntaria sean una necesidad inevitable. Bajo ciertas condiciones es una táctica que afectará al enemigo tanto como impulsará la moral de nuestra propia gente.

En un momento en que el enemigo busca conseguir su objetivo con intentos de asesinato de nuestro líder, ésta es la única respuesta que nos queda. Una acción como esta crea una situación de asedio contra el enemigo, que no tiene ninguna base moral para sus propias acciones y se encuentra en un estado permanente de confusión y crisis. Mostrará a los amigos y a los enemigos por igual nuestra total determinación y preparación para lograr nuestra libertad, aunque sea al precio de nuestras vidas.

Querido Presidente,

Me veo a mi misma como candidata a una muerte voluntaria. Concedo de buena gana que dar nuestras vidas no es, desde el punto de vista de tu trabajo interminable e incansable para nuestra liberación, suficiente. Espero ser capaz de contribuir mucho más que con mi vida. A través de tu lucha, has conseguido traer a nuestro pueblo a la vida. Eres la garantía de la nación kurda y el guardián del humanismo mundial. Tu vida nos da amor, coraje y fe.

Considero esta acción como un deber. Estoy convencida de que para superar mi debilidad y para la realización de mi libertad, esta acción debe ser llevada a cabo. Quiero seguir los ejemplos de nuestros camaradas, Mazlum, Kemal, Hayri, Ferhat, Bese, Beritan, Berivan y Ronahi.

Quiero ser parte de la expresión total de la lucha por la liberación de nuestro pueblo.

Explotando una bomba contra mi cuerpo quiero protestar contra las políticas del imperialismo que esclavizan a las mujeres, y expresar mi rabia y convertirme en un símbolo de la resistencia de las mujeres kurdas.

Bajo el liderazgo de Apo, la lucha por la liberación nacional y el pueblo kurdo conseguirán al final tener su merecido lugar en la familia de la humanidad.

Mi deseo de vivir es muy fuerte. Mi deseo es tener una vida llena a través de una acción fuerte.

¡La razón de mis acciones es mi amor por los seres humanos y por la vida!

FUENTE: Zeynep Kinaci / Traducción del texto escrito en 1996 y publicado originalmente en inglés en Komun Academy, y que fue publicado inicialmente el año 2015 en Kurdish Question, portal cofundado y liderado por el revolucionario kurdo Mehmet Aksoy.