Terminar con el juego del diablo en Afrin es responsabilidad de todos nosotros

Han pasado más de 40 días desde que comenzaron los ataques de Turquía contra Afrin. Anthony Avice Du Buisson proporciona una guía actualizada sobre las últimas consecuencias de los ataques. También analiza el papel de la comunidad internacional.

¿Cuáles son las últimas noticias sobre la situación en Afrin? 

Los helicópteros de ataque turcos (TAF) han estado realizando bombardeos aéreos en la ciudad de Jindires, en la región de Afrin, Siria, durante los últimos días. Los bombardeos de artillería ayudan en los bombardeos, ya que los combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) luchan para repeler el ataque a la ciudad. Jindires es solo una reciente incorporación a las numerosas ciudades atacadas por las fuerzas de seguridad turcas (TSK), asistidas por islamistas del Ejército Libre Sirio (ELS), respaldado por Turquía, desde el lanzamiento de la Operación Rama de Olivo  a fines de enero.

Desde su inicio, la ofensiva contra Afrin ha cobrado la vida de casi trescientos cincuenta civiles (estimación de la Media Luna Roja Kurda). Encontrando una feroz resistencia por parte de la gente de Afrin, TSK y TAF se enfrentan a dificultades para avanzar profundamente en la región. Lo que Ankara esperaba que fuera una operación rápida, se convirtió en un ejercicio agotador y prolongado. A pesar de la tecnología superior, los números y la potencia de fuego del ejército turco, las YPG y sus aliados están oponiendo una fuerte resistencia, además de tener la ventaja de estar familiarizados con el terreno montañoso.

En Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan ha azotado al país en un frenesí, a medida que los medios estatales de noticias lanzan propaganda en apoyo de la ofensiva. Mientras tanto, la policía y otras organizaciones estatales eliminan la disidencia. (Anadolu Agency, un medio de comunicación estatal, exagera el número de muertes que las fuerzas de Rama de Olivo han hecho. El número es de más de dos mil al momento de redactar este informe). Cualquier muestra de desaprobación pública o crítica hacia la operación corre el riesgo de medidas enérgicas; periodistas, políticos, académicos y demás, son arrestados sin discusión. Además hay que destacar el ascenso de Turquía hacia el autoritarismo.

Turquía afirma estar luchando contra “terroristas” en Afrin. ¿Está convencida la comunidad internacional?

A pesar del esfuerzo del Estado turco para imponer una narración positiva a su propia gente sobre la operación militar, ha sido difícil convencer al mundo de que la ofensiva Afrin está justificada. Ankara puede afirmar que está librando una guerra para limpiar sus fronteras de “terroristas” y ayudar a reubicar a su población de refugiados. Sin embargo, las fuerzas que controla demuestran otra intención más siniestra.

Han surgido videos en línea de las fuerzas de TFA y TSK cometiendo atrocidades, desde el brutal interrogatorio de un agricultor de Afrin hasta la mutilación de un combatiente de las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ). Todos estos videos, así como la retórica de Erdogan, retratan a las fuerzas turcas como conquistadores en lugar de “liberadores”. (Un video reciente de un agricultor ejecutado por combatientes de TFA es otro ejemplo de la brutalidad de las fuerzas de la operación). La retórica de Erdogan también ha sugerido una posible intención de “limpieza étnica” Afrin y de “anexar” el territorio para expandir la frontera de Turquía.

Entonces, ¿cómo ha respondido el mundo sobre Afrin? ¿Y quién tiene la culpa de sancionar?

Si bien Erdogan logró que el público turco apoyara en gran medida la ofensiva de Afrin, la respuesta del público internacional ha sido bastante diferente. Se han realizado manifestaciones en las principales ciudades del mundo en solidaridad con la gente de Afrin. Las protestas han estallado en todo el mundo en contra de la ofensiva, ya sea en las calles de Colonia, Alemania o fuera del parlamento en Canberra, Australia. Personas en todo el mundo han condenado la ofensiva turca.

Las condenas no solo se han dirigido contra el Estado turco, sino también apuntaron a los estados occidentales por no intervenir para detener una ofensiva contra una fuerza que combatió al ISIS. Los partidarios de Afrin denuncian el uso de tanques de guerra alemanes, aviones británicos y otros equipos y armamentos suministrados por la Unión Europea (UE) al ejército turco, como una señal de apoyo cómplice a la ofensiva. Los parlamentarios de los gobiernos alemán y británico, especialmente del Partido Laborista y del Partido de la Izquierda Alemana (Die Linke), han expresado su preocupación por la guerra desatada por Turquía, calificándola de “ilegal” e “injustificada”.

A pesar de que Estados Unidos no tiene una presencia militar activa en la región de Afrin y, por lo tanto, no cuenta con inteligencia militar en el terreno, a Washington lo ven como un actor cómplice que ha permitido los ataques de Turquía. El Departamento de Estado expresó su preocupación por la operación en Afrin, calificándola de “distracción” en la lucha contra ISIS. Una posición bastante neutral que Estados Unidos sigue manteniendo, debido al debilitamiento creciente de las relaciones bilaterales entre Ankara y la Casa Blanca. (Tillerson visitó Ankara recientemente, sin la compañía de ningún traductor, para intentar reparar las relaciones entre los estados. La confusión todavía rodea los detalles de esa conversación de más de tres horas con Erdogan).

Los funcionarios turcos presionan a las organizaciones internacionales para que pongan fin al apoyo al Partido de la Unión Democrática (PYD), así como a otros miembros del Movimiento de la Sociedad Democrática (TEV-DEM) que actualmente gobierna la Federación Democrática del Norte de Siria (FDNS), así como paralizar el apoyo internacional a las YPG. Turquía llegó incluso a intentar extraditar al ex copresidente del PYD, Salih Muslim, mientras estaba en la República Checa. Un intento que terminó en una vergüenza para Turquía.

Recientemente las autoridades de Afrin pidieron ayuda a Damasco, ¿por qué?

Sobre el terreno, las autoridades de Afrin han pedido solidaridad internacional en general. Mientras que los convoyes vienen de todas partes del norte de Siria para defender a Afrin, cruzando el territorio controlado por el gobierno sirio en Alepo para llegar a las ciudades de la región que están siendo atacadas, esto no ha sido suficiente. Debido a la necesidad de utilizar dicho territorio, los canales de diálogo entre las autoridades de Afrin y el gobierno sirio se utilizan cada vez más. Dada la situación precaria del cantón y la falta de intervención militar internacional, las autoridades de Afrin han ejercido el derecho de autonomía para encontrar alternativas para hacer frente a la crisis. (Cada cantón en la FDNS es autónomo, ya que la ideología actual del sistema es el Confederalismo Democrático).

Las negociaciones sobre la colocación de tropas favorables al gobierno pro sirio [respaldado por Irán] a lo largo de las fronteras de Afrin se han realizado, ya que las fuerzas populares de la Fuerza de Defensa Nacional (NDF) se han desplegado en la frontera sur de Afrin. Sin embargo, la naturaleza y el alcance de estas negociaciones aún no se han revelado plenamente, ya que están en curso y las fuerzas que se encuentran actualmente en Afrin son limitadas (unos cientos) y no cuentan con la asistencia de la fuerza aérea siria (FAS). Las fuerzas turcas lanzó ataques a las milicias sirias que entraban en Afrin, matando a muchos, lo que demostró la ineficacia de estas unidades.

Estas negociaciones han recibido la oposición de las autoridades rusas, así como han sido cuestionadas por los defensores del ejército turco y algunos analistas. Inicialmente, fue Rusia quien dio luz verde a la operación de Afrin, luego de que sus autoridades se negaran a aceptar el ultimátum que planteaba Rusia:

“O Turquía atacará y ocupará Afrin o el régimen vendrá y entrará en Afrin”, dijo sobre la propuesta rusa Shahoz Hassan, copresidente del PYD.

¿Cuál es exactamente el papel de Rusia en la ofensiva turca contra Afrin?

Rusia permitió a Turquía utilizar el espacio aéreo que controlaba en Afrin a cambio de partes de Idlib, una provincia siria, al sur de Afrin, que actualmente está dominada por Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), vinculado a Al-Qaeda. Rusia quiere que Afrin regrese bajo el control del gobierno, como fue el caso antes de los levantamientos en 2011. (Rusia preferiría ver las YPG maltratadas y débiles, para que se vean obligadas a aceptar todas sus demandas, en lugar de que sean capaces de mantenerse).

Sin embargo, a pesar de que Rusia está jugando un juego del diablo, las autoridades de Afrin insisten en que si se les obliga a participar en este juego, entonces los términos deben negociarse tanto como sea posible a favor de Afrin. He mencionado anteriormente que hay una presencia de tropas limitada de las fuerzas progubernamentales. Esto es importante tener en cuenta, ya que algunos analistas están proclamando que las YPG se han “vendido al gobierno opresivo”. (Una afirmación que no es cierta, pero que, independientemente, debe ser evitada por las autoridades de Afrin).

Afrin se encuentra ahora en una situación precaria, ya que está siendo atacada por un país de la OTAN que está decidido a negar su autonomía e imponer un sistema de autoridad que va en contra del sistema que rige en la actualidad. Empleando mercenarios islamistas como carne de cañón para luchar en su nombre, mientras justifican los actos de estos combatientes con fatwas y proclamas en apoyo de librar una guerra de “yihad” contra los kurdos, Erdogan está dispuesto a rebajarse a cualquier nivel para capturar Afrin y garantizar la longevidad de su carrera política.

¿Qué han hecho las Naciones Unidas y qué debe hacerse a continuación?

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) votó recientemente una resolución en apoyo de un alto el fuego de treinta días para Siria. Una resolución que fue aprobada por unanimidad y que ya ha sido violada por Rusia, Irán y Turquía, los llamados “garantes” de la paz en el conflicto sirio. En la resolución, se menciona que se debe permitir la ayuda humanitaria en áreas de conflicto, como Ghouta Oriental. Aunque no menciona a Afrin por su nombre, sin embargo, la resolución, tal como lo confirmó la vocera del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, se extiende a Afrin. Lo que significa que Turquía debe cumplir, como todas las partes en Siria, el cese del fuego.

El solo hecho de que Turquía sea una de las principales entidades que piden un alto el fuego en Ghouta Oriental, pero continúa atacando a Afrin, debería resaltar el nivel de hipocresía que exhibe el Estado turco. Aunque la falta de acuerdo con el cese del fuego por parte de algunos partidos no es sorprendente, dada la historia de las resoluciones sobre Siria, debería ser preocupante el poco poder que tiene el CSNU para evitar que los partidos violen el alto el fuego. Los que más sufren son los habitantes de Siria, que simplemente exigen vivir en paz y seguridad. Una simple solicitud que aún debe ser cumplida.

La gente de Afrin continúa resistiendo a la ocupación turca, a pesar de la inacción de aquellos que dicen ser sus aliados. A pesar de que el mundo se centra en las tragedias que se desarrollan en el este de Ghouta, que son preocupantes y no deben ser ignoradas, el enfoque también debería interesar para Afrin. Los civiles se ven obligados a esconderse en cuevas para escapar de los bombardeos turcos, mientras que a los niños se les niega el acceso a la educación debido a la destrucción de sus escuelas. El recuento de muertes aumenta cada semana que pasa y la única forma en que esto puede detenerse es aplicar una fuerte presión a Turquía, así como entregar ayuda humanitaria a los necesitados. Incluso llegaría a argumentar a favor de la intervención humanitaria por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las sanciones a Turquía, pero si esto resultaría en cualquier cosa es otra cuestión. Lo que está claro es que el juego del diablo se define en Siria. Y todos sufren.

FUENTE: Anthony Avice Du Buisson / The Region / Artículo publicado el 2 de marzo de 2018 / Traducción y edición: Kurdistán América Latina