Tensión en Rojava: ¿qué le ofreció la delegación turca a Rusia?

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, instó con frecuencia  a los Estados Unidos a “salir de Siria”, después de su alianza coyuntural con Rusia, y ahora comenzó a decir que “no se apresure”, después de la decisión de retirarse de Washington, como si de repente perdieran el único argumento que tenía.

El Estado turco ha caído en un vacío después de la declaración de Estados Unidos de que “es hora de desconectarse de Astana” y de la decisión del presidente Donald Trump de retirarse. Están tratando de determinar una postura entre Rusia y los Estados Unidos, mientras hace grandes cantidades de movilizaciones militares a la frontera de Manbij y anuncia una invasión.

Una posición común contra una amenaza común

En la nueva atmósfera política que surgió después de la decisión de Estados Unidos de retirarse, todos los poderes en el territorio sirio están tratando de determinar posiciones, mientras que la Administración Autónoma del Norte y del Este de Siria y el gobierno sirio han celebrado una serie de reuniones diplomáticas con la participación rusa, después de ver la amenaza del Estado turco.

Como resultado de las reuniones celebradas en Qamishlo, en la Base Humeymim, Damasco y Moscú, la Administración Autónoma y el gobierno sirio han llegado a un acuerdo implícito para desarrollar una “postura común” contra el Estado turco y sus bandas yihadistas aliadas: reconocen una “amenaza común”.

Movimiento crítico

Después de estas reuniones, las fuerzas del régimen llegaron a la ciudad Arima, en Al Bab, donde se habían concentrado las amenazas, y comenzaron una asociación con las fuerzas de autodefensa de la región, el Frente Al Aqrad, el Consejo Militar de Al Bab y el Consejo Militar de Manbij.

Este acuerdo también cubre el norte de Manbij, es decir, ciertas áreas en la frontera de Jarablus hacia el arroyo Sajur, y ocurrió dentro del conocimiento y consentimiento de Rusia. Actualmente hay tres banderas volando en Arima: banderas rusas, sirias y del Frente de Al Aqrad.

Este movimiento fue crítico, ya que sucedió ante una delegación turca integrada por el Ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu; el Ministro de Defensa, Hulusi Akar; el Subsecretario del MIT, Hakan Fidan, y el portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin, que hicieron una visita a Moscú.

Declaración del Kremlin

Justo antes de la visita de la delegación turca, el palacio presidencial del Kremlin emitió un comunicado que confirmó que Manbij estaba bajo el control del ejército sirio.

Esta declaración del Kremlin dio un poco de información sobre la postura de Rusia, pero no dijo nada sobre lo que la delegación turca estaba trayendo a la mesa.

En la reunión de 90 minutos de duración, el Estado turco introdujo el tema de Manbij en la agenda y planteó algunas opciones similares a las negociaciones de Jarablus-Azaz- Al Bab y Afrin.

¿Qué quería la delegación turca?

Las fuentes dicen que el Estado turco planteó una serie de opciones para Rusia, como: “El ejército turco y los grupos de oposición irán de tres a cinco kilómetros hacia el centro de Manbij desde el norte”, “el ejército sirio avanzará de tres a cinco kilómetros hacia el centro de Manbij” desde el sur”, “se formará una nueva administración en Manbij que incluye el ala política del Ejército Libre Sirio” y “los kurdos serán removidos de la ciudad”.

A cambio, la delegación turca puso a Idlib en la mesa de negociación y supuestamente prometió “permitir que las fuerzas del régimen avancen 15 kilómetros desde el sur de Idlib” y “entregar el control del camino Manbij-Al Bab-Alepo al régimen”.

En este proceso, países árabes como Emiratos Árabes Unidos y Bahrein iniciaron relaciones diplomáticas con Siria, y Arabia Saudita se prepara para la actividad diplomática con Damasco. Se dice que la delegación turca ha hecho promesas a Rusia de que tomará medidas sobre esto.

¿Qué respondió Rusia?

La delegación rusa que escuchó las propuestas de la delegación turca, y ahora abordará el asunto con cautela, debido a que el Estado turco pide a los Estados Unidos que “no apuren” la decisión de retirarse, y en el marco de las ventas de Patriot en lugar de los misiles S-400 rusos.

Mientras tanto, Rusia quiere ver el resultado de la reunión que la delegación turca celebrará en Washington el 8 de enero y se dice que prefiere una política de “esperar y ver” para las propuestas del Estado turco. En resumen, Rusia quiere ver primero la mano de Turquía.

Nota al pie de los mensajes

Después de la reunión, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, emitió una declaración y dijo: “Nosotros, como garantes de Astana, defendemos la integridad territorial y la unidad política de Siria y estamos en contra de todos y cada uno de los intentos que podrían perjudicarlos”, en un intento de dar a Rusia un poco de seguridad.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, declaró: “Hemos llegado a un acuerdo sobre la coordinación de nuestras unidades para eliminar la amenaza terrorista en Siria”, en una muestra de preferencia por la política de esperar y ver.

Mientras tanto, la decisión estadounidense de retirarse aún está bajo recelo y el país ha aumentado sus patrullas en Manbij en los últimos días. Los Estados Unidos realizaron patrullas en Manbij y a lo largo del arroyo Sajur en la frontera de Jarablus, que se encuentra controlado por el Estado turco y sus grupos yihadistas aliados; recientemente también han iniciado patrullas en el centro de la ciudad de Manbij. El creciente tráfico aéreo y terrestre de los Estados Unidos en Manbij genera algunas dudas sobre sus intenciones.

FUENTE: Ersin Caksu / ANF / Edición: Kurdistán América Latina