Sheikh Maqsoud: El barrio cuya gente solo conoce la resistencia

El vecindario Sheikh Maqsoud, en la ciudad siria de Alepo, es un ejemplo de resistencia popular, donde la gente resistió los ataques de grupos mercenarios apoyados por Turquía, así como los repetidos ataques del régimen sirio.

El ataque de los grupos de mercenarios en el barrio de Sheikh Maqsoud fue precedido por una situación políticamente estresante como resultado del conflicto ruso-turco, que siguió al derribo del caza ruso Su-24.

Las circunstancias que precedieron al ataque contra Sheikh Maqsoud el 16 de febrero de 2016 fueron que el Estado turco estaba muy resentido con el avance de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) en el cantón Al Shahba. Un día antes del ataque, Tel Rifaat fue liberado de los grupos mercenarios respaldados por Turquía. La liberación de Tel Rifaat se produjo en el aniversario de la conspiración internacional contra el líder kurdo Abdullah Öcalan. Esto aumentó las tensiones turcas, por lo cual los funcionarios de Ankara amenazaban a las FDS.

La falta de opciones de Turquía en el cantón Al Shahba se debía a disputas con Rusia luego del derribo de un avión de combate ruso por la Fuerza Aérea turca, el 24 de noviembre de 2015. Por eso, Turquía buscaba vengar a sus mercenarios derrotados en Al Shahba.

Así comenzó la historia del ataque al vecindario Sheikh Maqsoud, ubicado estratégicamente en la ciudad de Alepo. La zona es de gran altura, con vista a la ciudad desde todos los lados y permite ganar superioridad militar de la fuerza que lo controla.

Turquía comenzó a concentrar mercenarios en las cercanías del vecindario para iniciar la ofensiva el 16 de febrero de 2016, en medio del silencio del régimen sirio y de la comunidad internacional.

Ese 16 de febrero, Sheikh Maqsoud resistió uno de los ataques más feroces desde tres ejes: desde la rotonda de Al Jandol y el vecindario de Bustan Al Basha; al este del vecindario; desde el área de Al Shaqif y el Castillo Road, al norte del vecindario; y desde Bani Zaid, Al Shabia y Ashrafieh, al oeste. El vecindario fue atacado con armas pesadas como cañones y misiles. El ataque fue bárbaro e indiscriminado.

Veinticuatro batallones atacaron el vecindario, incluidos los grupos mercenarios Ahrar Al Sham, el Movimiento Islámico, Jaish Al Islam, El Frente del Levante, las Brigadas Sultan Al Murad, entre otras.

Cuatro días después de atacar el vecindario, el 20 de febrero, el Movimiento de la Sociedad Democrática (TEV-DEM) en Al Sheikh Maqsoud anunció la alarma pública en el vecindario.

Los residentes respondieron a la llamada: se organizaron en comunas y consejos, y en la primera línea. Las fuerzas de seguridad interna y las fuerzas de protección de la comunidad actuaron de inmediato para apoyar a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ).

Los residentes cavaron trincheras y convirtieron sus hogares en hospitales de campaña. No solo resistieron los ataques contra las fuerzas militares y las fuerzas de seguridad interna. También se organizaron para formar varios comités, cada uno con tareas específicas.

Los residentes árabes, kurdos y turcomanos apoyaron a sus fuerzas cavando trincheras y equipándolas, y muchos residentes abrieron sus hogares para proteger a los heridos.

“Todas las victorias son gracias a los sacrificios de nuestros mártires”, dijo Mohammed Sheikho, codirector del Consejo General de Sheikh Maqsoud. “Debido a estos sacrificios, tendremos una Siria democrática, pluralista y descentralizada. Todos los componentes y grupos que convivan disfrutarán de sus derechos en el territorio sirio”, aseguró.

Como resultado del fracaso de los mercenarios en las líneas del frente, cortaron el agua en los frentes, por lo que la gente se apresuró en llenar botellas y entregarlas al frente, en el vecindario Al Sakan Al Shababi, adyacente a Sheikh Maqsoud. Luego, los mercenarios cortaron el agua de todo el vecindario, pero los residentes tomaron el agua subterránea como una alternativa.

Debido al bombardeo constante del vecindario y los ataques contra civiles desarmados por parte de los mercenarios, el número de heridos fue aumentando; también hubo escasez de suministros hospitalarios. Por eso, los residentes tomaron la iniciativa de recolectar las necesidades del hospital de mantas y almohadas.

La familia de Sabah Bakro, madre del mártir Sarbiland, fue una de las familias que representó el espíritu de resistencia en Sheikh Maqsoud. Todos los miembros de su familia participaron en la resistencia: dos de sus hijos y su esposo se unieron a las YPG, y su hija al movimiento juvenil revolucionario en las líneas del frente; ella estuvo a cargo del comité que distribuyó a las personas en los sótanos del vecindario.

En este sentido, Sabah dijo: “Durante la resistencia, las personas se organizaron, fuimos una sola mano. Los ataques en el vecindario obligaron a las familias a unirse a todos sus miembros para resistir. Por este espíritu pudimos lograr la victoria con las YPG y derrotamos los ataques mercenarios”.

El militante Sarbiland también se unió al convoy de martirio. Fue martirizado en el cantón Al Shahba después de participar en la resistencia del barrio Sheikh Maqsoud.

Las mujeres tuvieron un papel destacado en la resistencia. El batallón “Mártir Gula Salamo” desempeñó su papel en la protección del vecindario y en la participación en el frente. Se organizó dentro de los comités e instituciones para moverse de acuerdo con las circunstancias de la guerra, mediante el lanzamiento de campañas de sensibilización para las personas sobre cómo protegerse en tiempos de guerra.

Durante la guerra, una gran cantidad de mujeres en el barrio se ofrecieron como voluntarias para preparar alimentos para los combatientes en el frente y acondicionar las bodegas del vecindario para proteger a los residentes de los bombardeos cuyas casas fueron destruidas. Las mujeres también ayudaron a los heridos.

“Los ataques no rompieron nuestra resistencia, pero logramos nuestras metas de mantener el vecindario hasta su liberación gracias a la resistencia de la gente y nuestras fuerzas YPG”, dijo Khaleda Abdo, dirigente del Partido Mujeres Sirias del Futuro.

El personal médico también participó en esta resistencia, aunque sufrieron muchas dificultades para brindar asistencia médica a la gente. Muchos de ellos perdieron la vida.

A pesar de la falta de médicos en la clínica y de suministros debido al asedio sofocante en el vecindario, el personal médico continuó trabajando dentro de los posibles y con los elementos disponibles.

Cuando los ataques en el vecindario se intensificaron, los residentes fueron testigo de muchas masacres: hubo familias enteras muertas y cuerpos desaparecidos debajo de los escombros.

El barrio fue víctima de ataques químicos durante tres bombardeos: el 8 de marzo -el Día Internacional de la Mujer-, y el 7 y 8 de abril. Docenas de civiles fueron sofocados y envenenados.

El Hospital Khalid Fajr era el único punto médico en el vecindario y fue blanco de bombardeos varias veces lanzados los mercenarios apoyados por Turquía. Pese a esto, la mayoría de los residentes tomaron la iniciativa de trabajar en el hospital para ayudar a los heridos y brindar primeros auxilios.

Khaled Fajr, miembro del hospital, trabajó para transportar a los heridos y se dirigió a los frentes de la lucha junto a las YPG/YPJ. El 2 de abril fue martirizado. Ahora el hospital lleva su nombre.

El único cirujano del vecindario, Rashid Jamian, ciudadano de la provincia de Deir Ezzor, también fue martirizado cuando realizaba una cirugía a uno de los heridos. Un proyectil cayó junto a él y resultó gravemente herido y al poco tiempo murió.

A pesar del asedio mercenario al vecindario y la falta de suministros médicos, ninguna agencia humanitaria se presentó a proporcionar asistencia.

“Gracias a los sacrificios de los mártires y la resistencia de la gente, como podemos ver hoy, en el Hospital Khaled Fajr todos los departamentos médicos están disponibles”, señaló el doctor Walat Ma’amo, quien estuvo presente en la resistencia.

Durante los bombardeos contra el barrio, 196 civiles fueron asesinados, incluidos 59 niños, 45 kurdos, 38 árabes, dos turcomanos. 52 de las víctimas no fueron identificados. El Consejo de las Familias Mártires anunció el registro de 139 mártires.

“Con la voluntad de la gente del vecindario y nuestros mártires, hemos logrado victorias y estábamos dispuestos a sacrificar nuestras vidas para proteger el vecindario y la gente. Ninguno de los países extranjeros nos apoyó”, manifestó luchador Kawa Amed.

Muchos combatientes sacrificaron sus vidas para proteger las paredes del vecindario, incluido el mártir Rejour Amanous, quien llevó a cabo una operación comando el 17 de febrero en la calle 20, entre Sheikh Maqsoud y Ashrafieh, negándose a ser cautivo por los mercenarios.

“Perdimos a muchos de nuestros amigos cercanos con quienes compartimos los detalles de nuestro día, pero no aceptamos la derrota. Logramos los objetivos de nuestros mártires al proteger el vecindario con gran ánimo”, recordó Amed.

El luchador Kawa Amed prometió seguir los pasos de los mártires y el pensamiento del líder Abdullah Öcalan, y remarcó que la próxima victoria será en Afrin, el cantón kurdo ocupado por Turquía desde marzo de 2018.

FUENTE: Solin Rasheed- Hanan Mohammed / ANHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina