Rojava se prepara para enfrentar al coronavirus

En el mundo, todo gira en torno al manejo de crisis de la pandemia del coronavirus. Rojava, que hasta ahora no registró infectados por el Covid-19, también está tratando de protegerse, aunque con medios limitados.

Como parte de las medidas de prevención, se ha establecido otro centro de cuarentena en la ciudad  Kobanê en caso de que surjan casos sospechosos.

El centro de cuarentena fue creado por el comité de salud de la región del Éufrates, en cooperación con el “Aktion für verfolgte Christen und Notleidende” (AVC, Acción para cristianos perseguidos y personas necesitadas), y se encuentra en el pueblo de Helence, en el sur de la ciudad. La organización de socorro proporcionó 50 camas, dos ambulancias y equipo médico.

Además, se intensificó el trabajo para completar el proyecto para que esté listo lo antes posible para recibir a las personas que dan positivo al coronavirus. Un equipo de cuatro médicos y seis enfermeras trabajarán en el centro de cuarentena.

Ahora también hay dos testeos de coronavirus en el norte y este de Siria. Los dispositivos fueron enviados por Nechirvan Barzani, presidente de la región autónoma del Kurdistán del Sur. El Comandante General de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) Mazloum Kobane, agradeció la ayuda del gobierno regional del Kurdistán iraquí.

Por su parte, el doctor Hesen Nebbo, integrante Heyva Sor (Cruz Roja kurda), señaló que la región todavía no recibió ninguna ayuda para enfrentar el coronavirus. El médico agregó que luego de nueve años de guerra, el ambiente es muy frágil para detener las enfermedades.

“Tenemos que tomar las máximas precauciones para proteger a la población de las regiones de Shehba y Sherewa, pero lamentablemente las medidas existentes no son suficientes”, expresó.

La Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES) mantiene el toque de queda y se realizan actividades informativas. “Hemos establecido puntos de control para evitar que la gente de Nubil y Zehra entre en Sherewa. También establecimos dos puestos de control en la carretera de Haleb, en el distrito de Ehdes. Comprobamos la temperatura de todos los que llegan. Estos dispositivos no son tan efectivos, pero es lo único que tenemos”, reconoció Nebbo.

“Antes de que se declarara el cierre, deambulábamos por pueblos, distritos y todos los barrios con coches publicitarios para advertir a la gente que se quedara en casa y para decirles cómo podían protegerse contra esta enfermedad y los riesgos de contaminación”, puntualizó.

Nebbo explicó que se creó un equipo para casos de emergencia, que “visitará al paciente en su casa en la región de Sherewa al principio, y si aparecen los síntomas sospechosos, el paciente será llevado al hospital. Hemos construido un lugar para emergencias en el hospital. Los pacientes serán tratados lejos del resto de los pacientes”.

El médico afirmó que “hay muchos campos de refugiados en esta zona, y corren un gran riesgo”, por lo cual “prohibimos la entrada y la salida de los campamentos. Colocamos equipos de control en las entradas de los campos, que toman la temperatura de la gente y dirigen un punto de salud, que está abierto las 24 horas del día. No aceptamos pacientes que no sean de emergencia. Antes teníamos pacientes graves. Los visitamos en sus tiendas y los llevamos al hospital si su situación empeora. Nuestros equipos permanentes informan a la gente sobre este virus”.

A pesar de los enormes esfuerzos, Nebbo dijo que “estas medidas son inadecuadas, ninguna de ellas es suficiente para prevenir un brote. Tenemos muchas deficiencias en los aspectos técnicos y en cuanto al material sanitario. No hemos recibido ayuda de ninguna organización sanitaria o institución humanitaria. Nos faltan ventiladores y guantes y las mascarillas son insuficientes. No tenemos médicos especialistas ni personal médico”.

El médico recordó la particular posición geográfica de la región de Shehba, y dijo que “debido a nuestra posición tenemos dificultades para asegurar nuestras necesidades. Hay puestos de control del régimen sirio y no permiten la llegada de material. Se requiere un permiso permanente y se están cerrando las carreteras. En caso de un brote aquí, calculamos que al menos entre el 10 y el 15 por ciento de los pacientes necesitarían estar conectados a ventiladores, pero sólo tenemos cinco o seis aparatos respiratorios”.

Nebbo pidió “tanto a la Organización Mundial de la Salud como al régimen sirio que ayuden a esta región”.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina