“Queremos expandir el sistema democrático a toda Siria”

El titular de Relaciones Internacional de la Federación Democrática del Norte de Siria (FDNS), Saleh Muslim, se refirió a la reunión de la delegación del Consejo Democrático Sirio (MSD) con el gobierno sirio.

En una entrevista con la agencia ANF, Muslim también habló sobre la situación actual en el país y remarcó que el conflicto interno se debe resolver a través de la paz y la democracia.

“Tenemos nuestro modelo y nuestras legítimas fuerzas de defensa. Es por eso que están obligados a escucharnos. Depende de nuestro proceso cuánto cambiarán Siria y el régimen. No decimos ‘haremos esto en 24 horas o un año’. No existe tal situación. Si las negociaciones comienzan, los comités comenzarán por desarrollar una hoja de ruta”, explicó el dirigente.

-¿Qué puede decirnos sobre las conversaciones del MSD con funcionarios sirios el 26 de julio? ¿Cuál fue el objetivo de esta reunión y qué se discutió?

-Una delegación viajó a petición oficial e invitación de Damasco. Todavía no sabemos a quién conocieron y qué se discutió allí. Sin embargo, ya hubo bastantes discusiones técnicas y se hizo un trabajo conjunto. Pero estas reuniones y trabajos no tuvieron lugar en cooperación con las instituciones del régimen. En Tabqa se hizo una declaración. Para los técnicos de la presa de Tabqa era necesario. Vinieron y se reunieron con la administración de la presa. Para el trabajo, vinieron unos pocos ingenieros y trabajaron. Sin embargo, eso fue percibido de manera diferente.

Estas eran instituciones estatales, no instituciones del régimen. Desde el principio, miramos las instituciones del Estado de manera diferente. Las instituciones del Estado están al servicio de todos y sirven a la población. Las instituciones del régimen son otra cosa. Es por eso que nuestras reuniones con instituciones públicas en Tabqa y el trabajo conjunto se entendieron como el comienzo de un diálogo con el régimen. Pero ese no fue el caso.

-Si hay desarrollos positivos, entonces puede haber más pasos.

-Hubo una invitación oficial a las conversaciones en Damasco, seguida por una delegación del norte de Siria que quería saber si el régimen era sincero o no. No sabemos el contenido de las conversaciones. Los participantes solo dijeron que las conversaciones fueron exitosas y que habían acordado formar los comités. Si es así, es un paso positivo.

Ahora todos piensan que el problema es tan simple que se puede resolver con una reunión. Sin embargo, tal charla es algo más que un diálogo o negociación. El procedimiento de cada persona es diferente, las formas y los medios son diferentes. Todos tienen su propio estilo. Por el momento, podemos decir que es una reunión preliminar para comprender las intenciones y construir confianza mutua. Si hay desarrollos positivos en este sentido, entonces pueden seguir otros pasos.

-Nunca hemos ido más allá de la unidad de Siria.

-El régimen ha estado haciendo propaganda sobre los kurdos desde 2011 y dice: “Están a nuestro lado, los kurdos están con nosotros y eso es bueno”. Pero no es eso tan simple ni literal. Hemos hecho una revolución. Desde el principio hasta hoy, la verdadera revolución siria es nuestra. Tanto social, conceptual como estructuralmente, queremos hacer algunos cambios y los hemos implementado ejemplarmente en nuestras áreas con nuestra revolución. Por lo tanto, nos gustaría extender el modelo que creamos a toda Siria.

Las fuerzas que se autodenominan opositoras no tienen intención de cambiar y solo luchan por el poder. Nuestra pelea no es así. Representamos una revolución real tanto a nivel mental como social. Somos parte de Siria. Nunca hemos ido más allá de la unidad de Siria, siempre hemos pensado en Siria en su conjunto. Pero tenemos nuestro modelo. Hemos visto que este modelo funciona y es la mejor opción y deseamos difundirlo.

-Hay comentarios de que las conversaciones con el régimen se basaron en un enfoque pragmático debido a la ocupación de Afrin. ¿Es la reunión un pragmatismo en el contexto del proceso político?

-No puede haber retorno al antiguo sistema dictatorial en Siria, eso se acabó. La regla de partido único sobre todo el sistema como antes de 2011 ya es historia. Es necesario construir una nueva Siria. ¿Pero cómo va a funcionar eso en Siria? Presentamos nuestro modelo como un ejemplo. Pero también está el viejo régimen. Acordaremos un punto para que podamos vivir juntos en un país. Pero se necesita mucho para eso. Si no nos hubiéramos protegido, si no hubiéramos implementado nuestra legítima defensa propia, nadie nos habría escuchado. Incluso si no hubiéramos construido nuestro modelo, entonces nadie podría habernos entendido.

Tenemos nuestro modelo y nuestras legítimas fuerzas de defensa. Es por eso que todos se ven obligados a escucharnos. Depende de nuestro proceso cómo cambiarán Siria y el régimen. No decimos ‘haremos esto en 24 horas o un año’. No hay tal situación. Si comienzan las negociaciones, los comités comenzarán por desarrollar una hoja de ruta.

Entonces, cuando hablamos de reconciliación eso no significa que acordamos algunas cosas y hagamos concesiones en otras. Por supuesto, queremos hacer lo mejor de la mejor manera. Eso requiere tiempo, preparación y posibilidades. Pero creo que hay una base para esto, podemos hacer algo juntos. Nos basamos en nuestro proyecto hasta ahora y creo que si todos piensan bien, también adoptarán nuestro modelo.

-¿Su modelo de democratización del Estado no toma como base la regla común de Siria?

-Defendemos la independencia de Siria, no su fragmentación. Desde el principio, decimos que muchos grupos étnicos viven en Siria, como los kurdos, árabes, turcomanos, circasianos, drusos, chechenos y pueblos de diferentes religiones, como musulmanes, cristianos, yezidíes, ismaelitas y alevíes. ¿Vieron lo que les pasó a los drusos en Suwayda? Nuestro modelo incluye la pregunta de cómo puede funcionar la convivencia. El modelo anterior era un modelo de Estado-nación, basado en un idioma, una bandera y una nación. Todo estaba unificado. Eso no funciona y eso ya no es válido.

Quien viva en Siria debería poder vivir con su idioma, cultura, fe, color e identidad. Nuestro modelo está dirigido a esa Siria. Eso ciertamente sucederá. Todos creen en eso. ¿Pero cómo aplicaremos esto? Ahora hemos ingresado a un proceso. Después de que el régimen lo acepte, se puede aplicar a toda Siria. Por supuesto, hay ciertas identidades que representan esto en el régimen. Esto también es un cambio de mentalidad. Como ejemplo, uno no puede, por un lado, reconocer a los drusos y luego imponer la arabización bajo una bandera en Siria. Lo mismo se aplica a los alevíes y los yezidíes. Nos esforzamos por un modelo en el que todos puedan vivir con su propio color.

-Algunos grupos de prensa están preguntando sobre la actitud de los Estados Unidos y dicen que tales negociaciones sólo podrían llevarse a cabo con el permiso de los Estados Unidos. ¿Cómo califica eso?

-Hay una actitud profundamente arraigada en Oriente Medio: no hay confianza en las propias fuerzas del pueblo, siempre han buscado a las fuerzas externas. Rompimos con esa mentalidad. Si confiamos en nosotros mismos y en la organización de nuestra sociedad, entonces podemos lograr mucho. Hemos expresado este problema varias veces. Ahora en Siria, te guste o no, los poderes internacionales están presentes. Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Irán, Arabia Saudí y otros más están aquí.

Si estos poderes realmente quieren una solución política en Siria, entonces ayudarán. Si no es así, significa que no tienen en mente el bienestar de Siria. Pensamos eso y esperamos esto de todos. Nuestras relaciones con los Estados Unidos y la Coalición Internacional se encuentran en el nivel de la lucha contra el terrorismo. Ese es nuestro acuerdo.

Los estadounidenses están aquí. Pero nunca hemos vinculado nuestra voluntad política con nadie. Nuestra voluntad política yace en nuestras manos. No hemos prestado a nadie nuestra voluntad política, la voluntad de los pueblos y las estructuras que representamos. Cuando tenemos conversaciones, lo hacemos por nuestra propia voluntad. Ya sean los rusos, ya sean los estadounidenses. Si las fuerzas internacionales realmente quieren, sabrán lo que hemos hecho y lo que estamos tratando de lograr. Pero eso no significa que obtengamos permiso de un lado o del otro, y ellos lo respetan. Dicen: “Hazlo de la manera que creas mejor”. No hay solicitud de permiso de nadie. Hacemos lo mejor para nuestra gente.

-Pero hay propaganda en este sentido, ¿qué puedes decir sobre este tema?

-Esta propaganda ha existido desde el principio. Algunos nos consideran atados a Washington, otros al régimen y otros a Qandil (donde se encuentran las bases del PKK). Nuestra relación con Washington comenzó cuando estábamos ganando en Kobanê. Entonces significa que existimos y somos una fuerza. Quien no nos creó no puede destruirnos tampoco. Estamos obligados con nuestra palabra. La voluntad política está en nuestras manos, la representamos. Lo que consideramos bueno para nuestra población, para nuestro país, lo hacemos.

-El régimen todavía existe. ¿Cómo debería cambiar?

-Sí, el régimen continúa. Pero cambiaremos ese régimen y lo democratizaremos. El régimen aceptará estándares democráticos, derechos humanos y la diversidad de la sociedad siria. En lugar de que los pueblos oculten su fe y su identidad y se vuelvan arabizados, todos en Siria podrán vivir con su propia identidad. Los ciudadanos dirán que vengo de Siria y que soy kurdo, druso, aleví, etc. Lo decimos claramente y creo que podremos llegar a un acuerdo al respecto.

-Por el momento, la operación Idlib está en la agenda. El régimen se está preparando para eso. ¿Podrían estas conversaciones ser el preludio de una operación conjunta para liberar a Idlib de las manos de grupos terroristas?

-Idlib es importante para nosotros por dos razones. En primer lugar, dijimos antes, que nos concierne a dondequiera que esté ocurriendo el terrorismo y hay un grupo terrorista en Siria. Defendemos a Siria contra el terrorismo. Y sobre esta base, tenemos una alianza con las fuerzas internacionales y hemos cumplido nuestra parte con éxito hasta el día de hoy.

Donde sea que haya una organización terrorista, estamos listos para luchar contra ella, pero con quién lo hagamos depende tanto de nosotros como de las capacidades militares. Ese es otro asunto. Pero, en principio, haremos nuestra parte si hay una organización terrorista que perjudica a los pueblos de Siria. Cumpliremos nuestra tarea.

En entrevistas anteriores, dijimos que Idlib es un barril de pólvora en el que todos los grupos terroristas se han reunido. La mayoría de ellos han sido expulsados ​​de nuestra región, anteriormente lucharon contra nosotros. Lucharon contra nosotros en Serêkaniyê, Kobanê y Raqqa. Ellos lucharon contra nosotros bajo el nombre del ISIS. Después de eso, se cortaron la barba un poco más, se pusieron otros uniformes y lucharon contra nosotros nuevamente. Luego se han reunido allí de nuevo. Es casi como una disputa de sangre entre ellos y nosotros. Sin duda, tenemos que hacer algo al respecto. Esa es la primera pregunta.

El segundo punto se refiere a los planes de Turquía. Afrin está destinado a convertirse en la capital del terror en el lugar de Raqqa y otros lugares. Afrin, sin embargo, nos pertenece. Nuestra población vive allí. Pero muchos grupos terroristas se han trasladado a Afrin. Por ejemplo, grupos como Ahrar Al Sham y Faylaq Al Sham estuvieron previamente en Idlib, pero ahora algunos de ellos se han mudado a Afrin. Sacarlos de Afrin, luchar contra ellos, es nuestro deber. Ciertamente tenemos que hacer algo, pero todavía no está claro cómo participaremos.

Hay acciones diarias contra las pandillas en Afrin. Para defender a Afrin, ciertamente debemos hacer algo con respecto a Idlib. Pero, ¿Idlib solo nos afecta a nosotros y al régimen? Los estadounidenses dijeron una vez: “No han sido arrojados a Idlib con paracaídas”. Los estadounidenses saben quién los trajo allí, qué rutas se usaron y quién los apoya hasta el día de hoy. Ciertamente, aquellos que los trajeron allí intentarán continuar apoyándolos y defendiéndolos.

Por lo tanto, no es solo un problema de Siria. Creo que depende de todas las fuerzas que luchan contra el terror: la Coalición Internacional, el régimen, nosotros, Rusia y Estados Unidos. El hecho de que haya tantos terroristas en Idlib no solo es una amenaza para Siria, sino para todo el Medio Oriente y el mundo entero.

-Hemos visto tensiones entre el ejército del régimen Baath y las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) en lugares como Tabqa, Raqqa y Deir Ez Zor. El régimen intentó ocupar ciertos lugares. ¿Cómo afectarán las conversaciones con el régimen a la situación sobre el terreno?

-Hoy algunos dicen: “Conquisté este lugar y ahora me pertenece” o “El régimen ha conquistado ese lugar y ahora es de ellos”. Pero este no es el caso. Esa es la diferencia de nosotros. Algunos lugares se liberan y después de la liberación son administrados por la población local. Construyen sus propios consejos civiles y de defensa, los ayudamos. El resto depende de la voluntad de la población local.

Hay dos comisiones en el Consejo. Una comisión civil y militar. La población y sus comisiones deciden, no nosotros. Esto también se aplica a Tabqa, Raqqa y Deir Ez Zor. Después de la liberación, la población decide por sí misma. El régimen no lo permitiría. No querría aceptar que todos construyan su propio sistema y vivan en su identidad. Luego vino el ISIS y todo empeoró. Pero ahora hemos liberado estas áreas. La gente de Tabqa, Raqqa y los otros lugares ahora están tomando sus propias decisiones.

Supongo que nadie quiere vivir como esclavo en Tabqa, Manbij, Deir Ez Zor o en ningún otro lado, nadie acepta la dictadura. Nosotros los ayudamos con eso. Nunca quisimos que nadie nos obedezca. Allí, el Consejo de Tabqa se reunió con los responsables para volver a poner en funcionamiento la represa. Definitivamente aceptamos y respetamos eso. Hay una necesidad de electricidad y agua, ¿por qué no deberían hacer eso? El consejo allí lo ha decidido y hecho. Siempre es así.

Esperamos que el régimen y todos los demás respeten la voluntad de la gente. Hasta ahora este ha sido el caso en estas áreas. Nosotros apoyamos eso. Todos deberían expresarse libremente y construir el sistema que desean. Creo que nadie dirá: “No, no hago las paces, o no amo la paz, amo la esclavitud”.

-En las reuniones de Sochi se dejó en claro que ninguno de ustedes será parte de la comisión para una nueva constitución de Siria. ¿Pueden tener lugar conversaciones productivas teniendo en cuenta ese trasfondo?

-Sin un representante de nosotros no puede haber una constitución de Siria. Sí, en Sochi fue así: 50 personas de ambos lados, la oposición y el régimen. Dentro de la oposición, había supuestamente dos kurdos con derecho a decidir, lo sabemos, estaba de manos de Estambul o Turquía. Pero ellos saben que no puede funcionar sin nosotros. Hay varios engaños, se sugiere que las organizaciones de la sociedad civil puedan tomar nuestros asientos.

Lo decimos abiertamente, cualquier constitución o ley que no aceptemos con nuestra propia voluntad e identidad no tiene validez para nosotros y su implementación es imposible. Una decisión en la que no participemos con nuestra identidad no nos sentirá obligados. Para que estas discusiones conduzcan a una solución real, se debe hablar de la constitución en forma conjunta. Si las negociaciones avanzan, sin duda habrá una comisión constitucional. Habrá muchas comisiones: política, leyes, etc., cada tema será discutido.

-Hablando de Sochi, la dimensión de la relación de Rusia con el régimen es bien conocida. ¿Cree que esta primera reunión en Damasco indica un enfoque positivo de Rusia para el progreso de las conversaciones y el desarrollo de una solución?

-Eso será seguro. Cualquiera que piense y quiera ayudar al futuro de la población siria puede participar. Rusia ciertamente está en la imagen. Bueno, quieren mantener al régimen en pie y protegerlo. Pero si piensan en toda Siria, entonces tienen que desarrollar una perspectiva diferente. Deben pensar junto con las poblaciones kurda, aleví, drusa y sunita. Si lo hacen, entonces seremos felices. Pero imponer lo que el Partido Baath quiere a los demás no es posible. Esperamos que nadie opaque la voluntad política. Si le dicen a las personas en Siria: “Bueno, podemos ayudarlo, podemos actuar como garantes”, entonces eso sería muy bueno.

Nuestra gente tiene que creer en sí misma. Una población organizada puede hacer cualquier cosa. Ellos no venden su voluntad. Tratamos de ser dignos de la voluntad de nuestra gente y tendremos éxito en eso.

FUENTE: Beritan Sarya / ANF / Edición: Kurdistán América Latina