¿Qué viene ahora para Turquía después de la victoria en Jarablus?

¿Cuáles son los objetivos estratégicos de esta operación? ¿Puede extenderse hacia la línea de Rai-Azaz en el oeste y, más relevante aún, al sureste hacia al-Bab para interferir con las Unidades de Protección Popular (YPG) e impedirles que avancen hacia el oeste y que desafíen las líneas rojas impuestas por Turquía?

Un titular del 25 de agosto en el periódico progubernamental Yeni Safak decía: “Esto es sólo el principio”. Fuentes del Ejército Libre de Siria (ELS, FSA por sus siglas en inglés) que hablaron con Al-Monitor bajo condición de anonimato describieron Escudo del Éufrates como una operación compleja con “objetivos importantes”. En Ankara la sensación predominante es que la operación ha sido, por encima de todo, un éxito diplomático del cambio de perspectiva de Turquía en relación a Siria y de la shuttle diplomacy intensa que ha sido llevada a cabo. En el aspecto militar, Ankara ve la captura de Jarabulus en 12 horas sin bajas y evitando un enfrentamiento de envergadura con el Estado Islámico (EI) como un éxito significativo. Una fuente de los servicios de seguridad en Ankara comentó a Al-Monitor que “es la hora de sacar provecho de estos éxitos. Sería un error imperdonable pensar en limitar la operación solo a Jarabulus, después de estar preparándola un año entero”.

Fuentes en los pasillos estratégicos de Ankara y sobre el terreno hablaron con Al-Monitor sobre la previsión de la duración de la operación y sus dimensiones. Los objetivos de Ankara pueden ser divididos a grandes rasgos entres los políticos y los objetivos de campo.

A nivel político, Ankara quiere reunir y consolidar a la oposición armada sunita bajo un mismo techo, al menos en el norte de Siria, pero preferiblemente en todo el país. Ankara parece haber convencido a Washington y Moscú que una parte importante de la oposición en Siria no debería ser descartada cuando se está determinando el futuro de Siria. Turquía piensa que con esta operación ha conseguido una oportunidad para unir a la oposición siria militarmente en torno a un solo objetivo, bajo un solo mando y bajo una estructura militar única. Ankara espera que al unir las filas de la oposición primero en el norte de Siria, después en Aleppo e Idlib, el ELS puede convertirse en una fuerza creíble sobre el terreno y ser aceptada en la mesa de negociaciones.

Pero el currículum del ELS genera preguntas en relación a su actuación sobre el terreno. Una fuente que habló con Al-Monitor bajo anonimato ha dicho que “la guerra en Siria es una guerra ideológica. Un miliciano chiíta muere por los doce imanes; un combatiente de las YPG muere por Ocalan y el nacionalismo kurdo. ¿Por quién morirá un militante del ELS? Sin motivación yihadista, la mayoría del ELS parece más una banda de mercenarios luchando por dinero”.

A pesar de que Ankara puede haber visto la oportunidad de consolidar a la oposición en Siria política y militarmente, motivar esas fuerzas no será tarea sencilla. Necesitarán un incentivo para fortalecer su eficacia en el combate, pero pasarse de rosca en esa motivación podría acabar en “terrorismo”. No hay duda de que la participación de los “yihadistas moderados” como Faylaq al-Sham y Ahrar al-Sham proveerá de algo de motivación. Ankara tiene que tener cuidado al usar estos grupos en una mezcla con el ELS, para no hacer saltar las alarmas de Washington o Moscú.

A nivel militar, Ankara ha delineado tres objetivos estratégicos.

El objetivo principal es establecer en la región de Jarabulus una base militar permanente donde pueda entrenar y equipar al ELS mientras domina el terreno. Esta base estará unida a Turquía con un corredor aéreo. Trabajos de ingeniería en marcha en Jarabulus apuntan en esta dirección. Si Ankara manda un batallón comando a Jarabulus, entonces sabremos que Ankara está considerando muy seriamente el establecimiento de una base militar permanente en Jarabulus. Si Ankara no consigue persuadir a otros países para sumarse a ese esfuerzo, entonces el plan b de Ankara es hacer de Jarabulus un centro del poder militar del ELS en el norte de Siria con una presencia de soldados turcos.

El segundo objetivo estratégico de Turquía con esta operación es capitalizar el éxito de la operación avanzando hacia el oeste a la línea de Rai-Azaz, que Ankara llama la línea Jarabulus-Cobanbey. Ankara tiene dos objetivos con esta expansión. Primero será dominar totalmente las 55 millas de frontera que se extienden entre Jarabulus y Cobanbey. El otro objetivo será el de presionar desde el este al Cantón de Afrin del Partido de la Unión Democrática (PYD), que ya está bajo presión desde el norte. En efecto, tanto Washington como Moscú están a favor de que Turquía corte esta importante línea de abastecimiento del EI dentro de Siria. Esto, evidentemente, requerirá que Ankara asegure a Washington y Moscú que lo que realmente pretende es luchar contra el EI. La ausencia de reacciones fuertes por parte de EEUU y Rusia en relación a la operación de Ankara sugiere que estas garantías han sido dadas y que los países están satisfechos, por lo menos por ahora.

El tercer objetivo de Ankara con la Operación Escudo del Éufrates es la más arriesgada: aprovecharse del éxito de Jarabulus para avanzar al suroeste y capturar al-Bab. Si Ankara opta por este objetivo, el nombre de la operación tendrá que cambiar de Escudo del Éufrates a “Puñal del Éufrates”, porque terminará con el sueño del PYD de unirse con Afrin vía al-Bab y dominar la región al noroeste de Aleppo, al igual que eliminar cualquier conexión por tierra del EI con Turquía.

Las preparaciones a largo plazo del EI en al-Bab han convertido el pueblo en una fortaleza formidable. Al contrario que en Jarabulus, el EI cuenta con un gran número de efectivos y fortificaciones en al-Bab donde viven miles de civiles. Pero también sabemos que las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF, por sus siglas en inglés), que están compuestas mayoritariamente de las YPG, tienen sus ojos puestos en al-Bab también. Si el ELS, apoyados por Turquía, continua con el viento a favor como demostró en Jarabulus y captura al-Bab, tendrá un bastión importante en el norte de Siria.

El incremento de fuego de artillería disparado sobre posiciones de las YPG en el cantón de Afrin desde Turquía desde el 26 de agosto, y el primer bombardeo aéreo sobre posiciones de las YPG en el mismo cantón por cazas turcos, puede ser señal de un movimiento de las operaciones hacia el oeste.

Ahora todo el mundo, especialmente Washington y Moscú, están vigilando de cerca la actuación sobre el terreno del ELS apoyado por Turquía. Si dicha actuación es sobresaliente, entonces, como señal de buena fe hacia Ankara, Washington y Moscú puede que le den la oportunidad al ELS de liberar al-Bab. Si en cambio su actuación es negativa, entonces a la milicia kurda del YPG le será permitido liberar al-Bab. Washington y Moscú, que han escenificado una competición mortífera entre las YPG y el ELS, están satisfechos con los acontecimientos. El test de Ankara será una motivación para el ELS. El PYD tendrá entonces que decidir si puede aceptar que su momento de gloria en el norte de Siria ha terminado y que ahora existe una fuerza muy motivada y competitiva apoyada por Ankara.

En los próximos días, la cuestión más crucial será quien toma al-Bab de las manos del EI: ¿las YPG, apoyado por el PKK, o el ELS, apoyado por Ankara?

Para predecir las intenciones de Ankara, el tipo de unidades militares que utiliza en Siria y sus movimientos militares deben ser vigilados de cerca. No olvidéis, si Ankara despliega un batallón comando a Jarabulus, significará que Turquía estará ahí indefinidamente. Si manda una brigada mecanizada de infantería esperando en la frontera, entonces la intención de Ankara será extenderse hacia el oeste y limpiar esa parte de la frontera moviéndose hacia Azaz via al-Rai. Pero si manda una brigada blindada junto con una brigada mecanizada de infantería sabremos que su siguiente objetivo es al-Bab. En mi opinión, Ankara primero intentará establecer un control total sobre la región de Jarabulus. Prolongando la operación otorgará a Ankara más cartas en la mesa de negociación, por lo que se puede intuir que pretenden quedarse en el norte de Siria a largo plazo.

Mientras, las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) han sufrido su primera baja en la Operación Escudo del Éufrates, confirmando las preocupaciones de los expertos de que los enfrentamientos entre las TSK y las YPG son inminentes. El 27 de agosto, militantes kurdos de las YPG, a unas 4 millas al sur de Jarabulus, atacaron dos tanques turcos con misiles antitanque rusos Kornet, matando a un sargento e hiriendo a tres soldados. El TSK respondió con fuego de artillería y de tanques y mandó refuerzos a Jarabulus. Informes sobre el terreno dicen que Turquía continuo bombardeando posiciones de las YPG desde el aire y con artillería el 28 de agosto.

Aunque todavía no se ha confirmado, hay también informes que hablan de un civil muerto a causa de de los bombardeos y ataques aéreos turcos. Turquía ha negado estas informaciones alegando que la mayoría de los muertos son militantes de las YPG refugiándose en aldeas cercanas.

FUENTE: Metin Gurcan/Al Monitor – Traducido por Timur Göksel al inglés y al castellano por Rojava Azadi