El argentino Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, demandó a la Comisión Europea para la Prevención de la Tortura (CPT) que intervenga en la situación de aislamiento en que se encuentra el líder kurdo Abdullah Öcalan, encarcelado en la isla-prisión de Imrali, en Turquía, desde 1999.
A continuación transcribimos la carta de Pérez Esquivel enviada a la CPT.
Estimado Sr. Brillat,
Reciba nuestro saludo fraternal. Hemos compartido con los otros ganadores del Premio Nobel, con quienes firmamos el mensaje de preocupación que le transmitimos en enero, la respuesta oportunamente recibida.
Mientras tanto, hemos seguido muy de cerca el desarrollo de los eventos en Kurdistán, entre otras formas, a través de la visita de la Delegación de Paz Internacional a principios de febrero, y la visita de solidaridad de Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo -Línea de Fundadora- y acompañada por la Coordinadora de Diálogo 2000, la Sra. Beverly Keene, a principios de marzo a Leyla Güven.
Estamos adjuntando aquí, y recomendamos especialmente su atención, el Informe preparado por la Delegación de Paz Internacional que resume muy claramente los elementos más significativos de la situación actual y las demandas. También adjuntamos una copia de la carta enviada al Sr. Öcalan, en mi propio carácter también de un ex preso político, buscando siempre fortalecer el espíritu de aquellos que sufren la injusticia, ya que no solo es la detención arbitraria prolongada, la supresión absoluta de libertad, sino también esta política de aislamiento totalmente abusiva.
Estamos seguros de que nuestros compañeros galardonados con el Premio Nobel volverán a compartir el énfasis que queremos poner en la urgencia de una acción más decisiva y pública por parte del CPT, incluida la realización de una visita urgente a la prisión de Imrali, tal como se contempla en el mandato del CPT. El CPT debe aprovechar el momento para actuar a fin de revertir la situación de ilegalidad grave y posibilitar, junto con la acción social y política desplegada en los últimos meses, el desarme de todo un sistema de supresión de los derechos fundamentales de la población, ya sean kurdos o no, detenidos o no.
El hecho de que el viernes pasado, después de siete años, las autoridades turcas permitieron al Sr. Abdullah Öcalan recibir la visita de sus abogados, nos parece una confirmación del impacto de la acción masiva de solidaridad pública de la diputada Leyla Güven y las miles de personas que se unieron a la huelga de hambre que comenzó hace 180 días, arriesgando sus vidas para lograr una respuesta humanitaria del gobierno turco, una respuesta que ha eludido los esfuerzos de la diplomacia silenciosa.
Si las instituciones creadas en Europa, en nuestra América y en el mundo, para contribuir a la defensa y protección de los derechos humanos no toman medidas decisivas en nombre de quienes sufren los abusos del Estado y están acorralados por los intereses de los estados, pierden su razón de existir.
También reiteramos nuestra voluntad de acompañar las iniciativas que se toman en relación con estas demandas con la convicción de que poner fin a la política de aislamiento es un primer paso hacia un mayor cumplimiento de los derechos humanos en Turquía y, en particular, la protección contra los derechos humanos. La tortura y la posibilidad de avanzar hacia una paz basada en el respeto de los derechos de las personas y los pueblos.
Con el saludo fraterno de Paz y Buena Voluntad,
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz 1980
Cc Sr. Michael NEURAUTER
Delegado responsable de Turquía
Comisión Europea para la prevención de la tortura.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
