¿Por qué Erdogan fue a Gran Bretaña?

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, finalizó su visita oficial de tres días a Gran Bretaña. ¿El viaje fue rentable? ¿Por qué fue a Londres?

La visita ciertamente tuvo lugar en un momento muy crítico para Erdogan: la crisis económica y política en Turquía se está profundizando y las elecciones anticipadas a las que llamó en medio del pánico están a la vuelta de la esquina.

Por su parte, la primera ministra británica, Theresa May, estaba revisando las opciones de una alianza de libre comercio post-Brexit con Turquía y llegó a un acuerdo para justificar los comentarios y peleas de Erdogan.

Fue un poco como ver al matón y a la niña. Aunque la niña también sabía muy bien a quién le estaba abriendo la puerta. May intenta obtener algún tipo de producto “vendible” para justificar su posible futuro acuerdo con Erdogan para el público británico (no particularmente entusiasta con el presidente turco) que reclamó contra la visita.

May trató de usar el palo y las zanahorias, pero fue en vano. Dijo que si bien era correcto llevar ante la justicia a quienes intentan derrocar a un gobierno elegido democráticamente, “también es importante que en la defensa de la democracia Turquía no pierda de vista los valores que busca defender”. Y agregó: “Es por eso que hoy he subrayado al presidente Erdogan que queremos que se respeten los valores democráticos y las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”.

Sus comentarios fueron totalmente ignorados por Erdogan, quien dijo que “hay que hacer una distinción entre terroristas y periodistas. Estamos hablando de aquellos que han sido atrapados con las manos en la masa, con armas, aquellos que han estado matando gente”.

Refiriéndose directamente a los más de 160 periodistas encarcelados, Erdogan argumentó: “¿Se supone que debemos llamarlos periodistas solo porque tienen credenciales y documentos de identidad? En la actualidad, el poder judicial turco está procesando y condenando a personas que han estado asociadas con el terrorismo y han participado en acciones terroristas”.

Y con eso Erdogan se cerró el tema de los derechos humanos y la libertad de expresión. Para el presidente de Turquía, había que ir a los negocios.

Los dos países quieren aumentar el comercio de 15 mil millones al año a 20 mil millones de dólares. En el corazón del acuerdo está una asociación de defensa. Rolls Royce actualmente está haciendo una oferta para co-construir el motor para el nuevo avión de combate TFX de Turquía.

Erdogan también conoció a la Reina, quien lo recibió con todos los honores.

Pero fue al hablar con Bloomberg TV sobre la economía donde Erdogan dio un paso en falso. El presidente turco explicó que quiere retener un control más cercano de las tasas de interés, después de que fue elegido con poderes ejecutivos. Pero sus comentarios en realidad llevaron a la lira turca a un nuevo récord frente al dólar, ya que los inversores aparentemente se asustaron por la visión poco convencional del mandatario, de que la inflación alta se enfrenta mejor con las bajas tasas de interés.

En la calle Downing 10, decenas de kurdos y amigos de los kurdos protestaban contra la visita y le pedían a Theresa May que recordara a los políticos elegidos democráticamente que en la actualidad se encuentran prisión, los muertos, las ciudades sitiadas y la invasión de Afrin.

Claramente, la visita de Erdogan a Gran Bretaña tuvo el propósito de mantener un pie en Europa, dada la actual relación tensa de Turquía con la Unión Europea. Erdogan está tratando de extender su mandato por otros cinco años, pero esto será bastante difícil ya que la crisis económica a la que ha llevado al país está cobrando su peaje a la gente. La oposición, liderada por el partido CHP, no ofrece una alternativa creíble ya que es muy similar. Por eso, el movimiento que genera el HDP (Partido Democrático de los Pueblos) se ve como un poco de aire fresco, y esta vez el candidato del partido, Selahattin Demirtas, tiene la oportunidad de marcar la diferencia.

FUENTE: ANF / Traducción y edición: Kurdistán América Latina