Los partidos políticos kurdos iraníes creen que formar un frente común para unir sus separados enclaves es necesario para hacer frente a su enemigo común, Irán. Pero, hasta ahora, no han tenido éxito en sus intentos.
Abdullah Mohtadi, líder del partido Komala del Kurdistán iraní, ha intentado dos veces este año romper el hielo. La última vez fue hace dos días (21/10/2016).
Muhtadi dijo que su partido estaba listo para comenzar conversaciones con las otras partes, de forma incondicional: “Podríamos trabajar juntos de diferentes maneras. En primer lugar, formar un frente kurdo es algo en lo que hemos estado trabajando durante mucho tiempo y ya no debe retrasarse más. En segundo lugar, celebrando una convención nacional de Kurdistán Oriental para reunir a todos los líderes y partidos políticos. En tercer lugar, aumentando el grado de cooperación entre nosotros y las actividades de los peshmerga. Por último, las partes al menos deberíamos tener una plataforma conjunta”.
Ningún partido u organización kurda en Irán ha rechazado trabajar juntos.
Ibrahim Ali Zada, secretario de la Organización Comunista Iraní, contó a Rudaw que una fusión de partidos kurdos en el Rojhelat (Kurdistán iraní) sería significativa, pero primero debería encontrarse una cierta unidad política entre los kurdos: “Debemos encontrar una manera de estar unidos en nuestro trabajo político. Los partidos que se han disuelto en el pasado deberían fusionarse de nuevo e iniciar las conversaciones entre ellos”.
El jefe del departamento de relaciones del Partido Democrático del Kurdistán dijo a Rudaw que su partido está abierto a cualquier tipo de trabajo político con los demás: “Estamos abiertos a cualquier llamamiento para la cooperación y la formación de un frente conjunto”, dijo Karim Saqizi, creyendo que “tenemos un enemigo y una tierra común. Por lo tanto, debemos trabajar juntos por el futuro del Kurdistán iraní”.
Desde su aparición en 1979, el régimen islámico impuso normas discriminatorias y leyes contra los kurdos en todos los campos sociales, políticos y económicos. Los kurdos de Irán han experimentado discriminación en el disfrute de sus derechos religiosos, económicos y culturales. A los padres se les prohíbe registrar a sus bebés con ciertos nombres kurdos, y las minorías religiosas, que son principal o parcialmente kurdas, son blanco de medidas diseñadas para estigmatizarlas y aislarlas.
Los kurdos también son discriminados en su acceso al empleo, una vivienda digna y los derechos políticos, por lo que sufren una pobreza arraigada que los ha marginado aún más.
Varios grupos kurdos tomaron las armas para establecer una región kurda semiautónoma en el Kurdistán iraní o los estados federales kurdos de Irán, donde se estima que viven 12 millones de kurdos.
FUENTE: Ekurd Daily / Traducido por Rojava Azadî
