ONU denuncia crímenes de guerra cometidos por fuerzas ocupantes en Afrin

La Organización de Naciones Unidas (ONU) difundió un informe sobre la tensa situación en Siria, especialmente en la ciudad kurda de Afrin, ocupada por Turquía y sus aliados mercenarios  desde marzo de 2018.

En la investigación se alertó sobre las graves condiciones generales de seguridad en Afrin y en los distritos adyacentes, donde facciones armadas respaldadas por las fuerzas armadas turcas dividieron el cantón en zonas geográficas de influencia. Como resultado de esto, la ONU advirtió que en la zona existe una ausencia general de estado de derecho y que se repiten incidentes como secuestros, torturas, extorsiones y asesinatos, efectuados por las tropas ocupantes. Según la ONU, en general las víctimas del ejército turco y sus aliados son de origen kurdo, así como civiles más prósperos, incluidos médicos, empresarios y comerciantes. A esto se agrega, que la mayoría de los secuestros fueron perpetrados durante viajes, en puestos de control o por la noche en hogares.

La ONU documentó un caso en el que un grupo armado secuestró a dos hombres y un niño con discapacidad el 13 de mayo, cuando viajaban de Afrin a Azaz. Uno de los secuestrados fue encontrado muerto unos días después y mostró signos de tortura, mientras que sus captores exigieron un rescate de 10.000 dólares para liberar al resto. Según la investigación, el segundo hombre fue encontrado muerto 40 días después de su secuestro, con signos evidentes de tortura. Al poco tiempo, fueron encontrados los restos del niño.

En el informe se remarcaron en especial los abusos contra los derechos humanos cometidos por los mercenarios del Ejército Libre Sirio (ELS), principal aliado de Turquía en la ocupación. La investigación detalla que muchas de las lesiones sufridas por los residentes de Afrin fueron resultado de los enfrentamientos armados entre varios grupos de mercenarios del prpio ELS. La ONU aseguró que los civiles fueron sometidos regularmente a disparos por facciones rivales y a graves violaciones de los derechos humanos.

Por ejemplo, el organismo internacional apuntó que el 28 de mayo en el distrito de Jandres, un padre de tres niñas y un niño murieron mientras estaban parados afuera de su tienda durante un intercambio de disparos entre dos grupos armados de mercenarios.

Para Naciones Unidas, en toda la región de Afrin continúa una “volátil situación de seguridad”, que crea “un ambiente caótico en el que se cometieron violaciones de derechos humanos, incluidos secuestros”.

La ONU detalló casos en que los pobladores de Afrin arrestados sufrieron torturas y chantajes, y se pidieron rescates en dólares.  Testimonios de civiles recogidos por Naciones Unidos indicaron que las oleadas de arrestos proporcionan ingresos financieros a los grupos mercenarios.

Por otra parte, a los pobladores que regresaron a Afrin luego de la ocupación de Turquía se les negó el acceso a sus propiedades después de que los miembros de los grupos armados y sus familias los incautaran. En otros casos, tuvieron que pagar varios miles de dólares para recuperar sus bienes y sus vehículos robados.

La ONU además denunció el saqueo de sitios históricos y arqueológicos por parte de los mercenarios. A su vez, se alertó que en la zona se impusieron severas restricciones a los derechos de las mujeres, como también la imposición de reglas estrictas sobre la ropa para mujeres y niñas y su libertad de movimiento.

Para la ONU, los mercenarios en Afrin han cometido crímenes de guerra y aplicado tratos crueles y torturas a los detenidos.

FUENTE: ANHA / Edición y traducción: Kurdistán América Latina