Nagorno-Karabaj: mientras continúan los enfrentamientos, se reúne el Consejo de Seguridad

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) celebrará este martes unas conversaciones urgentes, a puertas cerradas, sobre el conflicto entre Azerbaiyán y Armenia en Nagorno-Karabaj.

Los combates continuaron durante la noche del lunes y ambos bandos afirmaron haber sufrido decenas de pérdidas.

La reunión del Consejo de Seguridad ha sido formalmente solicitada por Bélgica, después de que Francia y Alemania hayan liderado la moción para que el tema se incluya en la agenda.

Al menos 95 personas han muerto en los últimos combates, incluyendo 11 civiles, según los últimos datos disponibles.

Los combates han continuado durante la noche y el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán declaró que las fuerzas opositoras intentaron recuperar el terreno perdido, lanzando contraataques en dirección a Fuzuli, Cebrayil, Agdere y Terter.

Los oficiales militares azerbaiyanos también señalaron a la agencia de noticias Interfax que más de 550 efectivos armenios han sido alcanzados por los ataques, incluidos los heridos, afirmación que Armenia negó.

Los combates estallaron el fin de semana en la región de Nagorno-Karabaj, región en la que viven armenios y azeríes, declaró su independencia unilateralmente en 1991. En ese año se desató una, en la que perdieron la vida decenas de miles de personas, y que terminó con un alto el fuego en 1994. Azerbaiyán perdió el 13 por ciento de las tierras que reclamaba que les pertenecían.

Después de que estallaran los enfrentamientos armados, ambos países declararon la ley marcial. El gobierno de Azerbaiyán declaró una movilización militar parcial en el país, como parte de un decreto presidencial el lunes por la mañana. Armenia había comenzado la movilización general el domingo.

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashiniyan, declaró que Azerbaiyán “declaró la guerra” contra el pueblo armenio y afirmó que ambas naciones están “al borde de una gran guerra”. Pashiniyan también señaló la actitud “agresiva” de Turquía.

El Estado turco adoptó claramente una posición “antiarmenia”, tanto con las declaraciones de sus funcionarios como con los medios de comunicación. Turquía culpó a Ereván por el conflicto y prometió a Bakú su “pleno apoyo”. “El pueblo turco apoyará a nuestros hermanos azerbaiyanos con todos nuestros medios, como siempre”, escribió el presidente Recep Tayyip Erdogan.

A su vez, el presidente de Nagorno-Karabaj aseguró que Turquía estaba proporcionando mercenarios y aviones de guerra a sus aliados azeríes, sugiriendo que la guerra ya se desarrolla “más allá de los límites de un conflicto entre Karabaj y Azerbaiyán”.

En el plano internacional, Francia, Alemania, Italia y la Unión Europea (UE) instaron rápidamente a un “alto el fuego inmediato”, mientras el Papa Francisco llamó desde el Vaticano a rezar por la paz.

El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó su “profunda preocupación” y “pidió enérgicamente el cese inmediato de las hostilidades”. Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, manifestó estar “extremadamente preocupado” e instó a las partes a dejar de luchar y volver a las conversaciones.

En tanto, el Departamento de Estado de Estados Unidos apuntó que se había puesto en contacto con los dos países y les pidió que “utilizaran los enlaces de comunicación directa existentes entre ellos para evitar una mayor escalada”.

Por último, el presidente ruso, Vladimir Putin, discutió el estallido militar con Pashinyan y pidió “el fin de las hostilidades”.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina