Mujeres kurdas denuncian los crímenes del Estado turco ante la ONU

La Comisión de Mujeres del Congreso Nacional de Kurdistán (KNK) publicó una carta abierta dirigida a la Organización de Naciones Unidas (ONU), en la que demanda que el organismo multilateral detengan los crímenes de guerra que el Estado turco comete contra las mujeres en el Kurdistán sirio (Rojava).

La carta, que lleva la firma Leyla Birlik, portavoz de la Comisión de Mujeres del KNK, está dirigida a Phumzile Mlambo-Ngcuka, subsecretaria general de la ONU y directora ejecutiva de ONU Mujeres.

La misiva también será enviada una copia de la carta a Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos (ACNUDH) y, a las oficinas de enlace de ONU Mujeres en todo el mundo.

La carta está respaldada por 134 asociaciones de mujeres de Kurdistán, Europa y de todo el mundo.

A continuación publicamos la carta completa:

Estimada Sra. Mlambo-Ngcuka,

Como organizaciones de mujeres kurdas de las cuatro partes del Kurdistán y la diáspora, le escribimos sobre los graves y sistemáticos crímenes de guerra que enfrentan las mujeres en la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES), también conocida como Rojava, y más específicamente en Afrin.

Afrin fue invadido y ocupado por el Estado turco el 18 de marzo de 2018. Antes de la ilegal ocupación turca, Afrin era parte de la AANES y era un área donde prevalecían una relativa estabilidad, la prosperidad económica y la igualdad de género. Antes de la ocupación, el 92 por ciento de la población de Afrin estaba formada por kurdos. Después de la invasión turca, aproximadamente 300.000 personas de Afrin fueron sometidas a una migración forzada y tuvieron que ir a vivir en Shehba como desplazados internos, en condiciones muy duras. Desafortunadamente, a pesar de esta realidad, la ONU aún no ha definido esta ocupación por el Estado turco, que ignora las normas legales internacionales, como una “ocupación”. Esta situación inaceptable es claramente la colonización de Afrin por el Estado turco. Esta complicidad silenciosa ha llevado directamente al Estado turco a intensificar su ocupación ahora al nivel de limpieza étnica. En Afrin, el Estado turco aplica leyes coloniales, racistas y profundamente represivas.

Algunos de los crímenes de guerra y humanitarios cometidos por el Estado turco en Afrin hasta ahora son los siguientes:

-Cambiar sistemáticamente la demografía de Afrin, colocando grupos militantes yihadistas uigures, árabes y turcomanos y a sus familias en Afrin, apoyados y controlados por el Estado turco.

-Violar los derechos de las religiones cristiana, alauita y yazidí.

-El saqueo de hogares y lugares de trabajo civiles en áreas evacuadas.

-La venta ilegal de aceitunas y aceite de oliva cultivado y producido en Afrin en el mercado de Turquía.

-Saqueo de recursos naturales subterráneos y superficiales.

-Proporcionar educación turca obligatoria a los niños kurdos.

-Política de asimilación sistemática para la turquificación.

-Destrucción o venta ilegal de artefactos históricos.

-Secuestro de los pocos kurdos que quedan en Afrin y en las aldeas kurdas circundantes.

-La tortura sistemática física y psicológica a kurdos.

-Prohibición del idioma kurdo, imponiendo el turco como idioma de educación y en la vida cotidiana.

Estimada Sra. Mlambo-Ngcuka:

Mientras que el Estado turco está implementando políticas genocidas contra el pueblo kurdo, utiliza exhaustivamente el femicidio como medio de guerra contra las mujeres kurdas, tanto por su identidad étnica como por la identidad de mujer. Sin embargo, la violencia de género contra las mujeres, especialmente la violación, durante la guerra fue declarada como crimen de guerra por la ONU.

Las bandas de ISIS apoyadas por el Estado turco implementaron métodos similares contra las mujeres yazidi en Shengal (Sinjar) en 2014. El Estado turco intenta legitimar estos crímenes explotando el Islam. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con el Islam, sino con el hecho de que el presidente turco (Recep Tayyip) Erdogan y la cultura estatal turca dominada por los hombres, abusan del Islam para sus propios fines.

Solo entre marzo de 2018 y noviembre de 2019, 1.200 kurdos fueron víctimas de la violencia perpetradas por los invasores, 40 mujeres fueron asesinadas, 60 mujeres fueron violadas, 100 mujeres fueron sometidas a tortura física y más de 1.000 mujeres fueron secuestradas.

Los crímenes cometidos por el Estado turco contra las mujeres kurdas en Afrin incluyen:

-La venta de mujeres kurdas secuestradas en Turquía.

-La violación de mujeres por parte de soldados y mercenarios turcos.

-Matrimonio infantil y matrimonios forzados.

-Abuso infantil.

El 28 de mayo de 2020, debido a los enfrentamientos entre los grupos armados afiliados al Estado turco, el grupo yihadista de la División Al Hamza publicó un video en las redes sociales sobre la liberación de 11 mujeres kurdas secuestradas. Actualmente, no hay información sobre el destino de 10 de esas mujeres. Estas mujeres han sido sometidas a severas torturas y violaciones antes. Esta situación llevó a la indignación entre las mujeres kurdas y el pueblo kurdo.

Como mujeres kurdas, consideramos estos ataques como un ataque contra todas y cada una de nosotras. A menos que se detenga la política expansionista del Estado turco liderado por Erdogan, y esta invasión no sea definida como una ocupación por la ONU, el Estado turco que introdujo el neo-otomanismo en Medio Oriente, continuará siendo una amenaza para la vida de todas las mujeres del Medio Oriente. Dondequiera que invade e interviene, vende mujeres, las viola y las acosa con la ayuda de bandas de mercenarios y su ejército.

Por esta razón, las Naciones Unidas no deberían contentarse con solo criticar al Estado turco, sino que deberían castigarlo severamente con sanciones por sus crímenes directos. Todas las prácticas del Estado turco y sus organizaciones de poder armadas contra las mujeres en Afrin caen bajo el título de crímenes de guerra.

Se pisotean todas las normas de derecho de la ONU. La inacción continua de la ONU pone en tela de juicio la dedicación de la organización a sus principios fundacionales, a la Declaración Universal de Derechos Humanos, a la Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y a la Convención de Ginebra.

Le esperamos, refiriéndose a su autoridad, en el marco de los tratados de mujeres de la ONU para detener los crímenes de guerra como la ocupación, la explotación y la violación por parte del estado turco y comenzar las sanciones contra Turquía por estos crímenes sistemáticos poniendo en práctica los mecanismos de la ONU.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina