Mujeres en el campo de batalla

La primera batalla en el norte de Siria, a lo largo de la frontera con Turquía, en un territorio de mayoría kurda, se produjo en 2012, cuando varios grupos armados de la oposición cruzaron la frontera y atacaron a las fuerzas del régimen sirio concentradas en Ras al Ayn. Después de que tomaran el control de la localidad, unidades militares kurdas formaron las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que proclamaban en su manifiesto fundacional que su objetivo era “proteger las ciudades de mayoría kurda”. También se fundó otra organización, las Unidades de Protección de las Mujeres, las YPJ, cuyo propósito era utilizar la lucha armada como forma de liberar a las mujeres del terrorismo y el pensamiento patriarcal, así como aliviar las penurias de las mujeres en general.

Mujeres en el campo de batalla

A medida que la organización Estado Islámico (ISIS) emergía en Siria y avanzaba hacia las ciudades y pueblos de mayoría kurda, la fama de las YPJ empezó a extenderse. Sus combatientes, que luchaban junto a las YPG, eran enviadas al frente en todas las batallas contra ISIS. Por aquel entonces, los medios empezaron a poner el foco en las victorias de las YPJ y también en las mujeres de distintas edades que luchaban ferozmente en sus filas, y que a menudo perdían la vida en el frente.

Una vez adquirieron notoriedad, debido principalmente a su lucha contra el ISIS –clasificado por las potencias mundiales como una organización terrorista–, las combatientes de las YPJ empezaron a asumir el liderazgo en la lucha contra el terrorismo. El ex presidente francés François Hollande brindó una recepción nada tradicional a Nisrín Abdulá, comandante de las YPJ, que acudió al Elíseo vestida con su uniforme militar, contra las costumbres del Palacio. Este encuentro procuró a Abdulá un lugar destacado en el campo de batalla.

Cuando las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), que están integradas por facciones árabes y kurdas, incluidas las YPJ, y coordinadas con una coalición internacional encabezada por Estados Unidos, lanzaron su campaña militar Ira del Éufrates, con el objetivo de liberar la ciudad siria de Raqqa de manos del ISIS, las combatientes de las YPJ fueron de nuevo enviadas al campo de batalla. Luego de que Rojda Felat anunciara que las YPJ liderarían la campaña militar contra la capital del sedicente califato, las combatientes kurdas declararon en múltiples ocasiones a los medios que estaban dispuestas a participar en la campaña Ira del Éufrates, la más larga e importante de cuantas han librado, para ayudar a liberar a las miles de mujeres yazidíes sometidas a cautiverio por el ISIS.

Yihan Sheij Ahmed, combatiente de las YPJ alistada para ser la portavoz oficial de la central de operaciones de Ira del Éufrates, declaró en varias entrevistas que las combatientes de las YPJ son el componente fundamental en la liberación de Raqqa y que querían vengarse del ISIS por mantener cautivas a mujeres yazidíes. Cada día son más las mujeres –árabes incluidas–, provenientes de distintos entornos, que se unen a las YPJ.

El papel de la mujer en los movimientos kurdos

Las mujeres no desempeñan papeles fundamentales en las demás fuerzas militares que combaten en Siria. En el Estado Islámico sirven en el aparato administrativo, cachean a las mujeres en los puestos de control y trabajan como guardias en las cárceles femeninas. Durante la batalla de Raqqa, las FDS liberaron a decenas de mujeres yazidíes del Estado Islámico. Entre ellas se contaba Nura, de la aldea de Kuyu, en la zona de Sinyar. En una entrevista, Jader dijo que había sido vendida tres veces a líderes y combatientes del ISIS. Lo peor, recordó, fue el mercado de esclavas, donde las mujeres –sobre todo yazidíes– eran vendidas a los hombres.

En los movimientos kurdos, las mujeres participan en el entrenamiento para el combate, tienen un alto grado de independencia y toman decisiones de forma activa en la guerra. En otras organizaciones, como la sección femenina de las Fuerzas de Defensa Nacional (del régimen), la Brigada Al Jansa del ISIS y la sección femenina de la Oficina de Seguridad Siria, ejercen funciones de segundo nivel. Esta diferencia se explica por el papel cada vez más visible que las kurdas desempeñan en la vida cotidiana. Además, la valorada posición de las kurdas se debe a la firme creencia de los movimientos kurdos en la democracia y el laicismo.

Sin duda, las kurdas no sólo están desempeñando funciones militares. Con su creciente participación en la política del norte de Siria, especialmente después de que se propusiera el federalismo como solución al conflicto, las kurdas se han volcado en hacer patente su presencia. En el sistema administrativo de la región, hay agencias y fundaciones independientes de mujeres, así como organizaciones femeninas que operan activamente en todos los ámbitos de la vida, sea en el sector educativo o en el económico, donde entidades como el Consorcio por la Libertad de las Mujeres y la Conferencia Estelar de las Mujeres llevan a cabo actividades relacionadas con el comercio, la gestión doméstica y la economía informal.

Conclusión

El sueño de alcanzar la libertad política y social ha inspirado a las mujeres a la hora de desafiar las costumbres y unirse a la lucha contra el terrorismo, para abrirse paso y ser también responsables de tomar decisiones en el futuro. Con esta audaz iniciativa, las combatientes encabezan el frente de la lucha militar en Siria. La participación de las kurdas en el combate está arraigada en una coalición internacional que libra una lucha legítima contra el terrorismo y que tiene en las YPJ un componente fundamental. Esto debería animar a las grandes potencias a encontrar soluciones cruciales a los problemas de la región que permitan a las mujeres recuperar los derechos que les han sido sustraídos.

Una vez haya terminado el conflicto y se hayan asumido esos derechos, se debería animar a las mujeres a participar más en la vida pública y política, y a las organizaciones femeninas a exigir sus derechos y alcanzar las libertades que se les han negado. Las mujeres del norte de Siria están participando de manera cada vez más activa en las organizaciones civiles, especialmente en las relacionadas con la lucha contra la violencia hacia la mujer. También cuentan con el apoyo de organizaciones internacionales que tienen programas diseñados para el desarrollo y concienciación de las mujeres.

FUENTE: Husain Zaidú/Revista El Medio (http://elmed.io)