Mujeres de Rojava debaten y discuten sobre Jineologî

El “Campamento de Mujeres Jóvenes sobre Jineologî” finalizó este fin de semana en el pueblo de Jinwar, en Rojava, en el norte de Siria. Las actividades de este tipo continuarán en las ciudades de Kobanê, Shebha y Manbij en los próximos días.

El campamento comenzó en la ciudad de Dirbesiye el 21 de mayo pasado y fue escenario de importantes debates. Durante el encuentro, organizado en el pueblo de mujeres de Jinwar, se llevaron a cabo intensos debates sobre la historia, la ética, la estética, el significado y el propósito de la Jineologî (Ciencia de las Mujeres).

İsyan Dilsoz, miembro de uno de los comités de educación, señaló que desean explicar la Jineologî a todas las mujeres. Recordó que las mujeres de Rojava mantuvieron reuniones con compañeras que viven en cuatro partes del Kurdistán y de mujeres de diferentes culturas y países.

İsyan expresó: “Durante la lección de Jineologî, aclaramos en qué forma debemos construir nuestro propio ser y conciencia. Tenemos moral y nuestras mentes se han abierto. Aprendimos que la Jineologî, en realidad, existe en nuestras vidas desde hace cientos de años, pero no pudimos darle un nombre. Durante la lección de ética y estética, nos dimos cuenta de que el sentido de ‘belleza’ del sistema capitalista en realidad es ‘feo’. Nuestras discusiones fueron productivas”.

Tras señalar que los campamentos continuarán, İsyan manifestó: “La revolución de Rojava es una revolución de mujeres. Como mujeres jóvenes, hemos tomado la iniciativa de esta revolución femenina. Declaramos que defendemos esta revolución creando un nuevo nivel intelectual para las jóvenes”.

Visita a Jinwar

Días atrás, una delegación del grupo italiano “Ya Basta” visitó Jinwar, al que calificaron como “una experiencia de lucha, autodeterminación y libertad”.

El nombre Jinwar proviene de Jîn, que significa mujer y vida en kurdo, y War que se traduce como lugar y hogar.

“El nombre –indicó la delegación de “Ya Basta” en un informe que difundieron- refleja bien el ambiente que se respira en esta comunidad, que está poniendo en práctica una nueva forma de vida”.

Jinwar es un pequeño pueblo donde una comunidad de mujeres ha estado viviendo desde el año pasado. Se ha construido en la tierra recuperada tras la retirada del régimen sirio.

Varias asociaciones de mujeres han construido un espacio donde pueden sentirse libres y seguras. Un espacio que sigue el camino de una autodeterminación desarrollada colectiva y participativamente.

En Jinwar hay treinta casas (21 ya terminadas) para mujeres, un frutal ecológico comunitario y un huerto, una escuela para niños de ambos géneros, una Academia de Mujeres y un espacio de reunión.

Estos, como pudo comprobar la delegación italiana, son solo algunos de los proyectos que se están llevando a cabo en la aldea. Existen más que se están desarrollando de acuerdo a las necesidades y deseos de las mujeres que viven allí.

“Mientras visitábamos el pueblo –afirmó la delegación- las mujeres nos contaron cómo las construcción de un horno se convirtió enseguida en un proyecto colectivo, capaz de involucrar a mujeres de pueblos vecinos. ‘Era un espacio donde compartir nuestra pasión por la cocina’, nos dijeron las mujeres”.

De hecho, el horno pronto se convirtió en un punto de encuentro. “Las mujeres de otros pueblos -como Nujin- venían aquí primero para tomar un té, luego para charlar y ahora para hornear pan y ayudarnos en los campos”, señalaron en el informe los miembros de la delegación de “Ya Basta”.

En el informe también se destacó Jinwar es una aldea ecológica, ya que la revolución de Rojava y su modelo de confederalismo democrático proponen un estilo de vida en armonía con la naturaleza y la tierra. “Todo aquí, desde el material de construcción para las casas hasta los proyectos agrícolas, es orgánico y ecológico”, apuntaron.

Jinwar “es una aldea para mujeres de todas las edades, algunas que han huido de matrimonios forzosos, otras de la violencia de género –resalto la delegación-. Algunas mujeres vinieron porque querían estudiar, otras porque se quedaron viudas y buscaban un lugar seguro para vivir”.

El objetivo de la aldea es “proporcionar a las mujeres las herramientas necesarias para independizarse también desde el punto de vista económico y darles la posibilidad de cambiar su papel en la sociedad y romper con los esquemas patriarcales”, finalizaron en el informe.

FUENTE: Jîn News / ANF / Edición: Kurdistán América Latina