Miliciana yezidí de las YPJ: “Para bloquear el camino a la ocupación, lucharé hasta el final”

La luchadora yezidí Khwenda Sharzan, que participa en las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) en el distrito de Ain Issa, es una joven que encontró una manera de defender su presencia. Khwenda dice que defiende sus valores y cultura, las cuales están bajo ataque constante por parte de los estados o de grupos yihadistas.

La familia de Sharzan es de Mardin, en Bakûr, Kurdistán del Norte. De Turquía huyeron de Turquía debido a las masacres cometidas por el Estado en 1934, durante las cuales varios de sus parientes fueron asesinados. Por esta razón, su familia se vio obligada a huir a Afrin y a Shengal. Antes de la invasión turca, en Afrin ella disfrutaba de todas las libertades.

Cuando Turquía ocupó el cantón kurdo, su familia se vio obligada a huir ya que las fuerzas turcas y sus mercenarios estaban cometiendo masacres. Pero ella se unió  las YPJ.

“Aunque muchas masacres se cometieron contra la comunidad yezidí para eliminar su cultura, fracasaron. Pudimos preservar nuestra cultura”, afirma ahora Khwenda. “Los otomanos querían exterminar a los yezidíes –agrega-. ISIS, apoyado por el Estado turco, mató a miles de yezidíes, especialmente a las mujeres. Nuestra gente se fue a las montañas para preservar su existencia y cultura”.

Khwenda continúa su relato: “Afrin, que albergaba a miles de desplazados, fue atacado con la misma brutalidad. Los otomanos, ISIS más tarde, y la ocupación turca ahora lanzan sus ataques contra nosotros con la misma mentalidad para socavar a la comunidad yezidí y a los componentes y pueblos de la región”. “Para bloquear el camino a la ocupación y evitar que llegue a su fin, lucharé hasta el final”, resume.

La combatiente de las YPJ dice que los otomanos obligaron a los yezidíes, sirios y armenios a convertirse al Islam, y que hoy la ocupación turca sigue la misma política contra los pueblos que conviven en la región. Khwenda recuerda que su padre es una de las víctimas de esta política, porque la ocupación turca lo obligó a convertirse al Islam.

Por último, la miliciana manifiesta: “Las masacres cometidas por los otomanos contra nuestro pueblo no se repetirán, lucharé hasta el final en Ain Issa. No permitiremos que los ocupantes cometan más masacres contra nuestro pueblo”.

FUENTE: Jihan Belkin / AHNA / Edición: Kurdistán América Latina