Los aliados olvidados de Estados Unidos en Siria

En este artículo, Mahmoud Berxwedan (miembro del comando general de las Fuerzas Democráticas de Siria, explica que no hay nada de cierto en las afirmaciones de Turquía de que las SDF representan una amenaza para la seguridad de los intereses turcos.

El 20 de enero, Turquía comenzó a invadir el norte de Siria con ataques aéreos y fuertes bombardeos en una campaña que, según afirman, está diseñada para neutralizar una amenaza a la seguridad en su frontera sur. El área bajo ataque, Afrin, la ciudad desde la que lucho, está controlada por las Unidades de Protección del Pueblo (YPG).

Como comandante de las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF), que incluyen a las YPG, permítanme ser inequívoco: no hay nada cierto en las afirmaciones de Turquía de que estamos librando una guerra al otro lado de la frontera. De hecho, lo opuesto es verdad, ya que con la “Operaciónn Rama de Olivo”, Turquía nos está atacando. Y, sin embargo, por razones que no puedo comprender, lo hace con la aprobación tácita de la comunidad internacional.

Nuestras fuerzas no patrocinan ataques contra el Estado turco (las YPG solo han devuelto fuego contra posiciones turcas que nos han bombardeado). Nuestra única guerra es contra los yihadistas del Estado Islámico (ISIS), una lucha en que Estados Unidos nos ha apoyado. Pero ahora, con la lucha ya librada contra ISIS, nuestros patrocinadores internacionales se han vuelto más silenciosos, justo cuando los cohetes de Turquía se han vuelto más fuertes.

Desde que el conflicto sirio comenzó en 2011, Turquía se ha alineado con el lado equivocado. Cooperó estrechamente con el grupo rebelde salafista Ahrar al-Sham, cuyos líderes eran miembros de Al Qaeda en Afganistán. Turquía también prestó apoyo a los yihadistas del afiliado sirio de al-Qaeda, Jabhat Fatah al-Sham (anteriormente el Frente al-Nusra).

Y, hasta hace poco, los líderes turcos hacían la vista gorda a los combatientes extranjeros que transitaban por su país para unirse a ISIS en Siria. En octubre de 2014, el entonces vicepresidente estadounidense Joseph Biden dijo ante una audiencia pública que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había admitido en privado que Turquía había “dejado pasar demasiada gente”. Aunque Biden se disculpó por la revelación, reafirmó que Turquía ha maltratado, en repetidas ocasiones, su enfoque del conflicto.

Las SDF, por otro lado, han apoyado las aspiraciones democráticas de la región luchando por un Medio Oriente libre de yihadistas. Durante más de un año, antes de que ISIS se convirtiera en un nombre familiar en Estados Unidos y Europa, nuestros combatientes morían por mantener al grupo a raya. Defendimos a las comunidades y las minorías de la ira de los yihadistas y les impedimos esclavizar a más mujeres y apedrear a más disidentes. Y, al eliminar al ISIS de la frontera con Turquía, frustramos los esfuerzos del grupo para extender su alcance más profundamente en Europa.

Nuestra campaña contra ISIS en Kobanê en 2015 llevó a Estados Unidos a aumentar su entrega de armas, entrenamiento y apoyo aéreo. A través de esta asociación, las SDF llevó a ISIS al borde del colapso. Pero estas batallas también tuvieron un alto costo para mis soldados, quienes soportaron el peso de la ferocidad de los yihadistas. ISIS mató a miles de nuestros combatientes, mientras que el ejército estadounidense, que sufrió unas 4.500 bajas durante la guerra de Irak, solo perdió cuatro soldados en Siria.

Ahora que la lucha contra ISIS se está apaciguando, Estados Unidos parece menos dispuesto a apoyarnos, lo que ha permitido a Turquía disparar con total impunidad sus misiles y la artillería. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, más de 100 civiles -de los cuales unos 21 son niños- fueron asesinados durante la operación, mientras que más de 100 soldados de las SDF han perecido, incluida una miliciana cuyo cuerpo fue mutilado por las fuerzas turcas. Por el momento, estamos expuestos a la ira de un ejército de la OTAN, sin acceso a un solo helicóptero para evacuar a nuestros heridos.

Los líderes de Turquía afirman que están luchando contra las SDF porque somos “terroristas”. Los desafío a presentar pruebas para respaldar estas afirmaciones. En realidad, nuestra mayor amenaza para Turquía no son nuestras armas, sino nuestras ideas y nuestra organización política. Erdogan teme a nuestros valores democráticos; hemos llevado la libertad a regiones gobernadas por dictaduras brutales durante la mayor parte de las cinco décadas. Como Erdogan da rienda suelta a sus tendencias autocráticas, le preocupa que una verdadera democracia en la frontera sur de Turquía pueda amenazar su propio control del poder.

Para Erdogan, el mejor escenario para Siria sería un cambio de imagen como un Estado árabe sunita, donde los kurdos y otras minorías están marginadas. Pero esto sería en detrimento de la gran diversidad de Siria. En contraste, apoyamos el mosaico étnico y religioso de Siria, y visualizamos un futuro de convivencia entre cristianos, circasianos y yezidíes, todos grupos que Turquía ha evitado.

Erdogan ha afirmado que quiere “entregar a Afrin a sus verdaderos dueños”, permitiendo así que los más de 3.5 millones de refugiados sirios en Turquía regresen “a su propia tierra lo más pronto posible”. Sin embargo, para muchos de nosotros, el verdadero objetivo de Erdogan en Afrin es hacer que la región sea Kurdenrein*, convirtiéndonos en una minoría en nuestro propio hogar. ¿Dónde se espera que vayamos? Los kurdos no son ocupantes ilegales de Afrin.

A medida que Erdogan se vuelve cada vez más errático y aliena a sus aliados occidentales, son los kurdos los que más sufren. Estamos dispuestos a ser buenos vecinos y trabajar para lograr un acuerdo negociado. Pero mientras Turquía continúe apuntándonos, sin obtener una condena significativa por el ataque, no tendremos más remedio que defendernos.

*https://www.voanews.com/a/kurds-say-turks-plan-to-reshape-demographics-in-northern-syria/4229535.html

FUENTE: Mahmoud Berxwedan (miembro del comando general de las Fuerzas Democráticas de Siria) / Artículo publicado por Project Syndicate / Traducción: ANF