Las YPJ continuarán luchando contra las actitudes opresivas del patriarcado en Oriente Medio

Han pasado casi seis años desde que estalló la guerra en Siria, afectando a la vida de millones de sirios. Desde el comienzo de la guerra, los medios occidentales han estado cubriendo ampliamente la guerra. Con la batalla de Kobanê, estos medios también comenzaron a informar sobre los combatientes kurdos, y especialmente las mujeres kurdas combatientes en la vanguardia en la lucha contra el grupo Estado Islámico (ISIS/ISIL/Daesh). Esta lucha captó la atención de los ciudadanos de Occidente.

Hanna Bohman es una de las occidentales que viajó a Irak y luego a Siria para unirse a las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) en Rojava-Norte de Siria. Ella es una de las pocas mujeres occidentales que luchan junto a los kurdos en Siria. La mayoría de los combatientes occidentales que luchan junto a las fuerzas kurdas en Siria son hombres. En esta entrevista ella habla sobre la motivación que la llevó a decidirse a unirse a las fuerzas kurdas y la cobertura de mujeres combatientes kurdas en los medios de comunicación occidentales y particularmente sobre ella misma.

-En una entrevista, dijiste que contactaste con los kurdos a través de Facebook y fuiste primero a Irak y después a Siria. ¿Puedes explicar brevemente qué te hizo unirte a la lucha en Siria? ¿Habías oído hablar de los kurdos antes del ISIS? Y si es así, ¿desde qué perspectiva? Y también, ¿fue tu primera experiencia viviendo en el extranjero (en este caso de lucha)?

-Mi decisión de unirme a la lucha contra ISIS fue el resultado de algunos factores. Me había sentido insatisfecha con mi vida y estaba buscando algo significativo que hacer con ella. También me interesaba el periodismo de combate y había tratado de llegar a la revolución libia, pero supongo que no me lo estaba tomando lo suficientemente en serio ya que encontraba escusas para sabotearme a mí misma. Luego, en 2013-2014, tuve una cadena de cinco accidentes y un susto con la salud finalmente me motivó a hacer algo más con mi vida.

Yo había estado siguiendo la crisis de Ucrania/Rusia y había pensado en cubrir la guerra como fotoperiodista independiente, pero me di cuenta de que no estaba vinculado con ninguna de los temas allí. También estaba siguiendo la batalla contra ISIS, que para mí era más una guerra real entre el bien y el mal, especialmente después de que atacaran Shengal y asesinaran y esclavizaran a tanta gente inocente. También me disgusté cuando nuestros gobiernos siguieron sin hacer nada para pararlo, y pensé que si la gente pudiera ir voluntariamente a unirse a ISIS, ¿por qué no puede ir gente voluntaria a luchar contra ISIS?

He tenido una amiga kurda durante algunos años y sabía que había tenido problemas con los turcos antes, pero no me había dado cuenta de lo grave que era la situación hasta que empecé a investigar sobre su lucha por su identidad. Entonces me enteré de la existencia de las YPJ y su lucha por los derechos de la mujer en Oriente Medio y pensé que realmente quería formar parte de ello, de modo que decidí contactar con las YPJ. Mi idea era documentar la vida dentro de las YPJ con la esperanza de humanizar la lucha kurda a las audiencias occidentales, y creo que he tenido cierto éxito haciéndolo.

-¿Cómo fue la lucha contra un grupo islamista junto a las mujeres? ¿Estabas esperando una fuerza sólo de mujeres en Siria?

-Yo sabía por mis investigaciones que las YPJ eran un ejército invisible en la historia. Un ejército completo de mujeres dirigido por mujeres, para mujeres, con una agenda feminista, y yo sabía por fuentes en Rojava y Bakur que en realidad estaban peleando, a diferencia de las mujeres en ejércitos occidentales, que rara vez pueden ver un combate. Estas chicas eran increíblemente inspiradoras para mí y yo quería verlas por mí misma.

-¿Cómo te sientes luchando con un grupo de combatientes solamente de mujeres como la YPJ, es algo sin precedentes para ti?

-Toda esta experiencia es algo sin precedentes para mí, ya que nunca he hecho nada parecido antes. Yo no tenía ninguna experiencia militar, ni había viajado nunca al extranjero, ni tampoco había trabajado nunca en organizaciones solo de mujeres, así que fue una experiencia de aprendizaje enorme.

Yo crecí como una machorra, jugando y peleando con chicos, lo que probablemente me dio una ventaja cuando se trató de socializar con los hombres, pero esto también me puso en desventaja cuando se trataba de amigas chicas, de modo que estar de repente rodeada de tantas mujeres fue un poco estresante para mí al principio. Una de las comandantes dijo que sería bueno para mí pasar un rato con las chicas, lo que me pareció una locura, después de todo, no salí con chicas de 17 años antes en Canadá, así que ¿por qué querría hacer eso aquí? Pero después de un mes, estaba realmente unida a ellas y me di cuenta de que había perdido la oportunidad de tener amistades increíbles la mayor parte de mi vida debido a que no estaba interesada en cosas de chicas antes en Canadá.

Sin embargo, una cosa que he notado, es cómo las mujeres occidentales están tan condicionadas a pensar que ellas no pueden hacer ciertas cosas porque se considera demasiado rudo o viril. No me refiero a la costumbre patriarcal en la que los hombres no dejan a las mujeres hacer otra cosa que no sea tener hijos y limpiar la casa, sino a cómo las mujeres mismas perpetúan la idea de que tenemos que ser flores delicadas. ¿Acaso el gusto por las películas de acción, las motocicletas, o las peleas, de alguna manera significan que debemos odiar a los hombres, ser perras lesbianas o tener otra imagen que no sea femenina? Parece que a menudo no son los hombres, sino las mujeres que tratan de encasillar a otras mujeres en roles tradicionales de género.

-¿Qué opinas de la descripción que hacen los medios occidentales de las combatientes kurdas?

-Tengo sentimientos encontrados acerca de esto. Mientras que la exposición ha sido muy buena para la lucha contra ISIS, ha sido a expensas del por qué hay un ejército de mujeres en la primera línea. La principal razón para la existencia de las YPJ no es luchar contra ISIS, sino promover la lucha por los derechos de las mujeres en una parte del mundo donde, durante siglos, la mujer ha sido tratada como propiedad.

Las YPJ no desaparecerán con el final del ISIS. Continuarán mientras las mujeres estén siendo subyugadas por actitudes patriarcales opresivas no solo en Rojava, sino también en otras áreas de Oriente Medio. Tienen el potencial de servir como fuerza inspiradora para las mujeres y los hombres de pensamiento avanzado en todo el mundo, ya que promueve una idea que beneficiará a cualquier sociedad que la aplique. La idea de una sociedad que incluye a las mujeres, incrementó sus posibilidades de éxito dos veces.

Otro punto, sin embargo, es que aunque Occidente está tomando un interés particular en las YPJ, sigue haciéndolo con tonos sexistas, casi fetichizando la imagen de “mujeres con armas” que invariablemente atrae la atención equivocada. Tengo un montón de comentarios de hombres occidentales diciendo que les gustaría conectarse con las “chicas sexy de las YPJ”.  Incluso algunos de ellos han venido a Rojava como voluntarios con las YPG, todavía sin entender el mensaje de las YPJ, y ha sido un poco desalentador para mí escuchar a estos mismos voluntarios perpetuar la noción anticuada de que la guerra no es lugar para mujeres porque son demasiado delicadas y su deber es tener hijos.

-Como individuo occidental, ¿crees que el público occidental o los medios de comunicación saben lo suficiente sobre los kurdos o su lucha en Oriente Medio (Turquía, Irán, Irak, Siria)?

-No, en absoluto. Principalmente porque debido a la agenda de los medios de comunicación occidentales convencionales para apaciguar a su aliado de la OTAN, Turquía; porque si la población occidental conociera el alcance de los crímenes contra los derechos humanos que Turquía ha cometido contra el pueblo kurdo, podrían presionar a los gobiernos occidentales para hacer algo al respecto. Sin embargo, los gobiernos occidentales están demasiado preocupados por el dinero y el poder como para permitir a sus ciudadanos saber demasiado sobre el verdadero enemigo de la humanidad. ISIS es una espina en comparación con la ideología radical y fascista del dictador turco Erdogan, que está atacando a cualquiera que se oponga a su agenda, incluyendo a los propios ciudadanos turcos. No tengo ninguna duda de que la historia mostrará una vez más quién es el enemigo real, como en el caso de Ruanda, la gente preguntará: “¿Por qué nadie lo detuvo?”.

-¿Cómo se comunicó con la gente en Siria? ¿Aprendió kurdo o pensó que necesitaba aprender kurdo?

-Aprender kurdo es la clave para el éxito en Rojava. Desgraciadamente, tuve dificultades para aprender kurdo. Debido a mi edad, o a una conmoción cerebral pasada, o lo que sea, pero algo con lo que luché durante el tiempo que estuve allí. Sin embargo, la comunicación es una calle de dos vías, y si la persona con la que estaba hablando también tenía buenas habilidades de comunicación, podríamos resolverlo. De hecho, me las arreglé para tener algunas conversaciones muy inteligentes con muchas chicas de mi unidad. La mayoría de mis dificultades no eran resultado de una barrera lingüística sino de una cuestión cultural. En muchos sentidos, Oriente Medio es un paso atrás en el tiempo y muchas cosas que las mujeres dan por sentado en Occidente, como conducir un coche, puede ser particularmente frustrante.

-¿Qué piensas de la representación de tí misma en los medios occidentales? Por ejemplo, vi titulares como “Antigua modelo… (Vice News)” o “Mujer soldado canadiense (Independent.co.uk) o “Modelo Canadiense…”.

-La atención de los medios fue bastante repentina y al principio fue un poco desconcertante. Nunca había tenido la intención de que esto sucediera, pero después de que Facebook reveló mi nombre real, empecé a recibir solicitudes de los medios de todo el mundo y al principio no estaba segura de cómo hacer frente a ello. Sabía que podría atraer una atención no deseada, es lo que tiene, pero también sabía que podría atraer una atención positiva a la causa kurda.

Las audiencias occidentales parecen tener poco interés en las vidas de “otras” personas a menos que haya alguna conexión que con la que puedan relacionarse, de modo que decidí arriesgar la posibilidad de ser arrestada en mi país y empecé a dar entrevistas. No ha sido todo bueno. He aprendido que los entrevistadores rara vez citan cualquier cosa con precisión, especialmente si están escribiendo una historia de una entrevista, además de que lo harán dramático, titulares con sandeces que hagan morder el anzuelo de los lectores, por lo que he sido etiquetada como “antigua modelo”.

Otro problema que he tenido es con el mensaje correcto. Parece que los medios occidentales están más interesados en mi breve experiencia como modelo que con la cuestión más importante que siempre intento plantear en las entrevistas, como el apoyo de Turquía a ISIS o el castigo colectivo de Turquía o el genocidio de los kurdos. A posteriori, no es sorprendente que los medios occidentales no me tomen en serio como una soldado de las YPJ o como una activista por los derechos de la mujer cuando nuestra sociedad todavía está obsesionada en cosificar a las mujeres como trofeos para el placer de los hombres.

-Gracias por tu tiempo.

-Gracias.

FUENTE: Ruken Isik/Fuente: Kurdish Question/Traducido y editado por Rojava Azadî