La historia de Kurdistán, la lucha de su pueblo y la experiencia de las mujeres en esa región de Medio Oriente, fueron los principales temas que se trataron el jueves en la charla “La lucha de las mujeres kurdas. Una nueva alternativa: Jineologi”, que se desarrolló en el espacio Tierra Violeta de la ciudad de Buenos Aires.
Dilan Bozgan, antropóloga kurda, y Soledad De Battista, integrante del Comité de Mujeres en Solidaridad con Kurdistán, fueron las encargadas de hablar ante un auditorio repleto.
Al iniciar la charla se hizo un breve recorrido histórico sobre el pueblo kurdo, considerado como pueblo originario de la región, y las consecuencias de la represión estatal a partir del siglo XX, cuando fueron conformados los estados-nación en Medio Oriente.
También se explicó que en el caso de Turquía, donde viven 20 millones de kurdas y kurdos en sus tierras ancestrales, los sucesivos gobiernos negaron la existencia de este pueblo, como sucedió con los pobladores armenios.
Al mismo tiempo, Bozgan recordó que en Turquía la década de 1970 fue similar a la de América Latina, donde creció la lucha popular e insurgente y como respuesta desde el Estado se aplicó la represión masiva contra los militantes políticos y sociales.
Por otro lado, Bozgan y De Battista explicaron el desarrollo de la lucha de las mujeres dentro del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), profundizada en la década de 1990. Por esos tiempos, y frente a la sostenida represión por parte del gobierno contra el pueblo kurdo de Turquía, muchas mujeres optaron por trasladarse a las montañas para sumarse a la insurgencia. Frente a esta situación, Abdullah Öcalan –líder del PKK encarcelado hace 17 años en la isla-prisión de Imrali- inició sus reflexiones sobre el rol de las mujeres, no sólo en la lucha armada, sino en la sociedad en su conjunto.
De esas reflexiones y de las posteriores discusiones internas en el PKK se llegó a la conclusión que la mujer era el sujeto revolucionario y que el Estado-nación es la última y más profunda representación del patriarcado.
Antes de finalizar la charla, se habló sobre la Jinealogi, la ciencia de la mujer, un pensamiento creado desde el movimiento kurdo de liberación que pone en cuestión a todas las ciencias sociales por su carácter patriarcal y machista. “La Jinealogi hace visible el conocimiento histórico de las mujeres que durante siglos estuvo oprimido”, sintetizó Bozgan.
Por último, Bozgan señaló que el movimiento de mujeres del Kurdistán no está desconectado de las discusiones mundiales sobre género y feminismo, y que su referencia más cercana son los movimientos de América Latina.
FUENTE: Kurdistán América Latina
