Idlib: ¿Fin del flirteo o división de Siria para siempre?

Las condiciones de la crisis siria comenzaron a cambiar en 2016 con la rendición de la ciudad de Alepo a las fuerzas rusas, principales valedoras de las fuerzas del régimen. Y, en 2017, estos cambios quedaron confirmados con el acuerdo entre Rusia, Turquía e Irán de realizar consultas entre ellos y mantener conversaciones con el fin de alcanzar los intereses de los tres países a expensas de la sangre del pueblo sirio, en las llamadas reuniones de Astana, que dieron como resultado lo que denominaron zonas de reducción de la tensión.

Las zonas de desescalada fueron una idea rusa que cumplía las ambiciones de Irán de eliminar a los opositores del régimen sirio. Por otro lado, resultaba útil para Turquía intervenir directamente en la situación siria tras la pérdida de territorio y popularidad de sus grupos mercenarios, incluidos al-Mujahedeen y Daesh, como resultado de sus prácticas agresivas contra los sirios en su conjunto.

Hoy, los jefes de Estado de los tres países se reúnen en Ankara (Turquía)* para discutir los resultados de sus acuerdos, sin preocuparles lo que han supuesto para el pueblo sirio y Siria. Pero lo que debe observarse es que cada uno de estos países tiene proyectos y esquemas diferentes entre ellos, aunque converjan ahora, y algún día, inevitablemente, los enfrentarán.

Turquía quiere, a través de este acuerdo tripartito, eliminar la presencia kurda en sus áreas históricas y acabar con cualquier proyecto democrático que destruya dictadores en la región. Busca, a través de Rusia, preservar el sistema nacional estatista que es la causa de los problemas en Oriente Medio.

Turquía está tratando de establecer una región sunnita en su frontera desde Jarablus hasta Idlib, lo que explica por qué está agrupando a todos los grupos terroristas en Siria, especialmente en el área de Idlib. Por ello, Erdogan dice repetidamente que devolverán a los sirios desplazados en Turquía (que son sunnitas) a esta área, aunque no sean residentes de esta región, sino de otras regiones de Siria.

Irán es el único que conoce el camino que conecta Teherán con Beirut a través de Siria e Irak. Así, decenas de miles de chiítas han sido enviados a Siria para luchar junto a las fuerzas del régimen y, tras la concentración de estos grupos iraníes, alcanzarán este camino en Siria. Y el único obstáculo que permanece ante él es el área de Qalamoun, sobre el que actualmente se habla para la eliminación de grupos de mercenarios o el inicio de una operación militar en su contra.

Rusia está más que satisfecha con que sus socios (Irán y Turquía) maten al pueblo sirio, porque ha conseguido asegurar sus bases aéreas y navales (Hameim y Tartous) en la costa siria. Pero tiene el problema de proteger la seguridad de Israel manteniendo a Teherán fuera o reduciendo su influencia en Siria.

Además, Rusia busca incitar a Turquía a lanzar ataques contra el norte sirio, de forma similar a lo ocurrido en Afrin, para garantizar el enfrentamiento de Turquía con la OTAN y la salida de aquélla de la alianza y su unión al eje ruso, pero el ataque turco al este del Éufrates es arriesgado y pone en peligro los esquemas turcos. La permanencia de Erdogan en el poder está en juego y se descarta que Erdogan se la juegue tontamente.

Por otro lado, Rusia busca garantizar el control del régimen sobre toda Siria para reducir el impacto de Turquía e Irán y garantizar una presencia estable en Siria que no les cueste más de lo que cuesta ahora.

Este plan y el objetivo ruso están haciendo que todas las áreas queden fuera del control del régimen, incluida la provincia de Idlib, donde Turquía ha reunido a todos los grupos terroristas en Siria.

Las reuniones tripartitas (Putin, Erdogan y Rohani) tienen dos opciones. La primera es continuar con esta estrategia hasta el final. Esto significa dividir prácticamente Siria, formando una región en el norte y sunnita. El conflicto continuaría indefinidamente, lo que costaría a todas las partes considerables pérdidas. O bien, la colisión con los grupos terroristas y Turquía, que los apoya.

Al compararlas, la segunda opción parece probable, porque Irán y el régimen no aceptarán la presencia turca en la región, controlando grandes áreas y estableciendo una región sunnita que amenace los intereses iraníes y sirva como plataforma de lanzamiento para abortar los esfuerzos iraníes en Siria.

*Fecha de publicación original: 4 de abril de 2018

FUENTE: Hawar News / Traducido por Rojava Azadi