Historias de mujeres en la Revolución de Rojava + Fotos

Hace seis años la revolución de Rojava comenzó su camino. Pronto se convirtió en la revolución de las mujeres. Una cantidad enorme de madres han contribuido a la revolución con su cuerpo y alma.

Las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ) se han convertido en la cara de la revolución de Rojava. Estas mujeres, predominantemente jóvenes, entablaron la lucha contra algunos de los hombres más crueles del mundo, que integraban el autodenominado Estado Islámico (ISIS), y los pusieron de rodillas.

Una de las fuentes de poder de esta revolución, junto con las YPJ, son las madres de Rojava. Que esta rebelión no pueda ser derrotada a pesar de los ataques se debe a estas madres, que ponen cuerpo y alma en la lucha.

Hemos hablado con algunas de ellas y les hemos preguntado acerca de sus historias en Kobanê, donde la revolución empezó hace seis años.

“Nacimos aquí, moriremos aquí”

Xanim Şêx Hesen tiene 82 años. Vive en el barrio de Kaniya Kurda, en Kobanê. Xanim es la madre de seis hijos. En los años 1980 conoció la lucha por la liberación kurda. Desde entonces su corazón late por un Kurdistán libre. Uno de sus hijos perdió la vida en las filas del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en 1996. Algunos de sus familiares murieron en 2015 durante la masacre de ISIS en Kobanê.

Cuando ISIS atacó la ciudad en 2014, la casa de la Xanim fue gravemente dañada. Pero a ella no le importa. “El ISIS fue derrotado en Kobane”, nos dice añadiendo que “ellos querían echarnos de nuestra tierra. Pero nosotros hemos nacido aquí y aquí moriremos”.

Xanim ha abierto su casa al pueblo de Afrin que ha tenido que huir de la invasión militar turca. Ella sabe de la solidaridad práctica y dice que “primero destruyeron Kobanê y ahora Afrin”.

Hemos ganado en confianza en nosotras mismas

Naile Mihemed trabaja en un hospital de Kobanê. Tiene 55 años y cinco hijos. “La revolución nos ha dado derechos como mujeres. Por lo tanto no hay límite de edad en esta revolución. Solo entonces hemos salido de nuestras casas y hemos empezado a ser útiles para nosotras mismas y nuestra sociedad. Hemos ganado en confianza como mujeres”.

El barrio de Şehîd (Mártir) Serhed, en el que vive Naile, fue uno de los escenarios más violentos de la guerra contra ISIS. En ese lugar, por decirlo de alguna manera, se pusieron los cimientos de la victoria de Kobanê. Naile es consciente de ello y dice que ha vuelto a su barrio precisamente por eso: “Para reconstruir la ciudad todos nos tenemos que arremangar. El suministro de las necesidades básicas es seguro gracias a la solidaridad de las personas”.

La madre que luchó contra ISIS

Helime Osman tiene cinco hijos y 40 años. Nació en Kobanê y es una de las mujeres que participó en la expulsión del régimen baazista de la ciudad. Cuando ISIS atacó, Helime participó en la defensa de la ciudad, por eso envió a sus hijos a Amed y luchó codo con codo con las YPJ/YPG.

Debido a problemas de salud, Helime fue enviada fuera de la ciudad por los combatientes cuando la batalla se hizo más violenta. Su marido permaneció ahí hasta la liberación de la ciudad. Helime y sus hijos volvieron inmediatamente después. Ahora trabaja en la sede central de la organización Kongreya Star, como miembro del equipo de seguridad. “La revolución de Rojava nos ha enseñado a proteger nuestras vidas y nuestras instituciones. Soy la persona responsable de la seguridad de mi organización”.

“Soy tu madre”

Semira Ehmed también vive en Kaniya Kurda. Tiene 47 años y ocho hijos. Cuando la revolución empezó, se unió inmediatamente al trabajo en organizaciones de mujeres a pesar de sus responsabilidades en la familia. De esa manera, se convirtió en miembro de Yekitiya Star, la organización precursora de lo que hoy es Kongreya Star. Cuando el ISIS atacó la ciudad ella decidió quedarse a pesar de sus hijos. Lo explica de la siguiente manera: “Teníamos miedo cuando llegó ISIS, pero ante mis ojos un combatiente de Amed dio la vida por protegernos. Fue herido, cayó al suelo y llamó a su madre. Eso sucedió ahí, en frente de mis ojos. Traté de levantarle y le dije ‘Yo soy tu madre’. Después de eso fue imposible para mí abandonar la ciudad. Le di mi palabra a este joven, yo era ahora su madre y tenía que proteger el país. Por eso no me fui durante la batalla. Hoy Kobanê es libre y nosotras estamos trabajando para la revolución. Damos las gracias a nuestros mártires”.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina