El siglo de las mujeres

Jin, jiyan, azadî, ¿qué significa?, le pregunto a la mujer que tengo ante mí, que acaba de llegar de Kurdistán y accedió a una entrevista en exclusiva con La Opinión y La Voz del Sud. “Mujer, vida y libertad. Es en base a este lema que se logró encontrar una nueva forma de organización social para cada nivel de la vida. Cuando hablamos de las luchas de las mujeres de Kurdistán, estamos hablando de un proceso de más de 45 años de historia y que hace 8 años llevó a cabo una revolución en el norte de Siria conocida como Rojava”.

Alessia Dro integra el Movimiento de Mujeres de Kurdistán en América Latina y aborda la integralidad del movimiento y su trascendencia internacional. Al respecto, lo que más se difundió al mundo occidental a través de los medios de comunicación o documentales, es el papel de las mujeres en la lucha contra el Estado Islámico, pero poco se dijo sobre el tipo de construcción social y de visión del mundo que las mujeres estaban implementando.

“Lo que pasó en Rojava de hecho tiene que ver con la auto-organización de las mujeres en la cultura, en la información, en la salud, en la ecología y en la economía”. Está creciendo cada día más una alternativa al sistema del capitalismo, afuera de la centralización del Estado-nación, que pone en el centro la liberación de las mujeres como primer papel de la lucha.

“En Rojava las mujeres están liderando una lucha integral que no separa la defensa de la naturaleza de la lucha por el autogobierno y la democracia radical. Lo que vamos a ver ahora es una organización que garantiza la participación de las mujeres en todos los sentidos de la construcción de una vida en común”.

El norte de Siria es un área que nunca tuvo un papel revolucionario o de cambio social profundo, pero siempre fue el lugar de encuentro de exiliados políticos, intelectuales, artistas, que difundieron desde los años 90, con la llegada de Abdullah “Apo” Öcalan (presidente del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, preso político por Turquía y figura clave para la paz en Medio Oriente), ideales de auto-organización a partir de las comunas y de asambleas populares que deciden cuáles son las necesidades y cómo satisfacerlas.

“El pueblo kurdo se sorprendió mucho cuando después de las primaveras árabes del 2011 nos encontramos en frente de una revolución grande, por eso decimos que el proceso de 2012, con el inicio de la revolución liderada por mujeres en Kobane, fue el resultado del trabajo previo de 45 años del Movimiento de Liberación de las Mujeres de Kurdistán”.

“Este proceso revolucionario en el norte de Siria se experimentó desde las bases y desde una miríada de pueblos como los caldeos, musulmanes, mujeres del pueblo armenio, checheno, etcétera, que se organizan a partir de la co-presidencia, con delegación en cada trabajo y tarea de representación política. Entonces el mecanismo ‘confederalismo democrático’, tenía que ver con la centralidad de la organización de las mujeres en cada tema de la vida, y también con la creación de mecanismos de participación masiva que no sólo apuntaban a la igualdad de los géneros sino a romper con los mecanismos jerárquicos dados entre la representación”.

Organismos mixtos

Agrega Alessia: “Los organismos son mixtos y no tienen poder ejecutivo sino comunicacional, es decir que tienen la tarea de contar lo que dice la asamblea en los otros órganos, como el consejo. Estamos hablando de una estructura que manda desde abajo con las voluntades populares para que se ejecuten, pero según la decisión colectiva”.

En este sentido, las mujeres tienen una co-presidencia dentro de las asambleas mixtas y por lo general siempre hay dos o tres mujeres que la integran, aunque las mujeres siempre se juntan antes para definir sus voluntades colectivas e intereses. Pareciera que lograron organizarse en su totalidad, estableciendo lazos honestos y en pos del beneficio de toda la comunidad. Pero, ¿les resultó tan fácil?

“Cuando hablamos del Movimiento de Liberación de Kurdistán, las mujeres tuvieron muchas dificultades, ya que la participación masiva de las mujeres se ve desde la etapa inicial. Recordamos siempre a Sakine Cansiz, cofundadora del Movimiento de Liberación de Kurdistán, quien fue asesinada en París por los servicios secretos de Turquía en 2013. Ella tuvo un papel fundamental en la creación del movimiento de mujeres en términos de la autonomía. Decía que era parte de la revolución en la revolución, y gracias a su pensamiento es que este sistema alcanzó la premisa de la toma de decisión de las mujeres”.

Alessia cuenta que quizás la mayor dificultad fue la resistencia por parte de los propios compañeros, que veían la posibilidad de las mujeres organizadas como algo que separaba o dividía el movimiento mismo.

Desde los 90 hubo una crítica o autocrítica por parte de Öcalan, que difundió un ensayo con una consigna principal: “Tenemos que matar el macho dominante y tenemos que partir de nuestras experiencias, y despatriarcalizarnos como hombres”. El filósofo sostenía que en una revolución hay que romper primero con el patriarcado, porque es la primera forma de opresión, de lo contrario es imposible alcanzar la transformación social.

“En esa época las mujeres no solo estaban luchando contra un Estado colonizador y racista, la familia conservadora y la mentalidad feudal de la sociedad, estaban también luchando contra sus mismos compañeros que tenían los mismos errores”.

Las mujeres a luchar

“Las mujeres que se juntaban en la década de los 90, después de la formación de las unidades de defensa, no debían cocinar. Se tomó la decisión que esta tarea debía ser solo de los hombres para permitir a las mujeres organizarse dentro del movimiento. Esto cambió mucho a la sociedad, ya que no solo se trataba de la autodefensa militar sino de organización: para nosotras la autodefensa significa organización”. Muchas mujeres se vieron empujadas a poder tomar decisiones libres sobre sus vidas y afectó en lo cotidiano.

Alessia recorre Latinoamérica y pudo asistir a varias de las convocatorias feministas de la Argentina, en los últimos meses. “Ustedes pueden entender lo que digo porque lo que pasó en Argentina con la ola verde y la lucha de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito cambió lo cotidiano. Estos cambios desafiaron el sistema dominante para iniciar un programa de transformación del hombre”.

Entonces, ¿las mujeres kurdas construyen ciencia y conocimiento? “Hace 10 años, junto al inicio de revolución de las mujeres de Rojava, se vio la necesidad de crear una nueva forma de conocimiento que garantice todos los logros sociales, políticos y de libertad que las mujeres alcanzaron hasta ahora. Lo vemos en la historia de la revolución rusa o en las liberaciones de cada país, las mujeres tuvieron roles avanzados en las luchas revolucionarias y una vez finalizado el proceso, las mujeres volvían a los roles tradicionales, a sus hogares y a su domesticación”.

Las mujeres de Kurdistán revisionaron la historia de todas las revoluciones en el mundo y el rol de las mujeres, viendo la necesidad de crear un conocimiento que inicia desde la experiencia de lucha de las mujeres pero también desde su experiencia en el campo de la filosofía, historia, mitología y hasta religión.

Jineolojî

“La Jineolojî es una nueva ciencia social que busca rescatar la memoria olvidada de las mujeres, hacer visible lo que no es visible y tomar este conocimiento como base de cada transformación social en el mundo. Es la posibilidad de las mujeres de juntarse, encontrarse y lograr soluciones para la sociedad en la que viven”.

“La Jineolojî es un resultado que llega de la experiencia del Movimiento de Mujeres de Kurdistán y es al mismo tiempo una herramienta de lucha, que aprende y se aplica a otros contextos: lo vivimos con inmensa felicidad, en otros países, como en Colombia y en Ecuador cuando las mujeres desde su experiencia de lucha utilizaron esta herramienta metodológica de visión de la historia para pensar de nueva forma su realidad. Ahora estamos en un momento donde el confederalismo democrático que se alcanzó en Rojava tiene un equilibrio entre los vínculos débiles que permiten la autonomía en las diferencias y la unidad”.

En Frankfurt. el 8 de octubre del año pasado, más de 600 mujeres de todas partes del mundo, como Afganistán, Latinoamérica y pueblos indígenas, como las aymaras, se reunieron a pensarse. “Ninguna mujer puede decir que está en una condición mejor que la otra porque estamos en un nivel de contraposición máxima en la cara del patriarcado, del Estado y el capitalismo; por eso, y ante eso, las mujeres debemos dar una respuesta en común y solo juntas podemos lograrlo”.

La energía de esta conferencia fue esencia para ver que ninguna de las presentes hablaba desde las posiciones de victimización, sino desde la posición de fuerza y desde los procesos que están alcanzando es sus territorios. “Este siglo es el siglo de la revolución de las mujeres”.

Argentina

“Lo que vemos es una transformación radical y no solo para Argentina sino para todo Sudamérica. Lo vi muy claramente cuando se inspiraron otros países al ver a las mujeres argentinas invadiendo las calles y las plazas con la energía y reivindicación radical de cuestionar todo. No solo tiene que ver con la aprobación de una ley, sino con los cuestionamientos a los mecanismos de poderes y esto me impresionó muchísimo, como también la fuerza de las nuevas generaciones. Creo que los momentos de menos acción deben servir para hacer una vuelta sobre los propios pasos y potenciarse. Esta lucha en Argentina implica una toma de responsabilidad y pensar que se está cuestionando todo el sistema jerárquico, entonces la apuesta sería lograr conexiones con todo lo que se generó”.

“El patriarcado nos hace trampa, lo hemos visto. Todo lo que nos divide como mujeres es lo que tenemos internalizado de patriarcal en nosotras, pero una vez reconocido y superado colectivamente puede ser el inicio de una nueva fuerza. Esto significa también cuestionar el tipo de conocimiento que vamos creando dentro de los procesos de lucha mismos como mujeres, uno de los ejes de Jineolojî es criticar cuando hay una proliferación de ramas que no se comunican la una con la otra. Pensamos que esto deriva de una posición positivista o eurocéntrica de mirar el conocimiento humano que deriva de la ilustración y de un sujeto separado de un objeto o de una abstracción de la sociedad”.

FUENTE: María José Corvalán / La Opinión (San Luis)