El HDP es una buena enfermedad

Con el cierre de los medios kurdos y de oposición y el arresto de once diputados del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) electos en el Parlamento de Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan franquea una nueva línea roja. Criminaliza a los kurdos. Sin embargo, el impulso del HDP, que además de los kurdos reúne a minorías armenias, asirio-caldeas, militantes del movimiento LGTB y diversas componentes de la izquierda, es real. Repasemos una agitada historia.

Dogan Özgüden, nacido en 1936 en Ankara de una familia de ferroviarios turcos, es redactor jefe de la agencia de prensa Info-Türk basada en Bruselas. Tras el golpe militar de 1971, Özgüden y su esposa Tugsavul tuvieron que abandonar Turquía tras una cincuentena de procesos de opinión por los artículos que habían publicado. Sigue teniendo prohibido volver a Turquía. Cuenta: “Hace más de sesenta años que participo en la vida política en Turquía, y puedo asegurarle que el genocidio armenio y la cuestión kurda son asuntos tabú. Tras su creación en 1961 por sindicalistas de izquierdas que estaban en contra del sindicalismo proamericano en Turquía, el Partido Obrero de Turquía (TIP) creció gracias al apoyo masivo de los camaradas kurdos. Entre sus quince electos en la Asamblea había varios kurdos, elegidos con un programa socialista. El TIP fue prohibido tras el golpe de Estado de 1971 porque había declarado que “el pueblo kurdo tiene derecho a ejercer sus derechos políticos en Turquía’. Luego, los kurdos buscaron una salida política autónoma. Algunos se aliaron al Partido Democrático del Kurdistán iraquí de Massud Barzani, pero tras el golpe de Estado militar de 1980, fue el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) quien lanzó la lucha armada y obtuvo un apoyo de masas en el Kurdistán turco”.

En una situación de guerra, con cuatro mil aldeas y pueblos quemados y vaciados de sus habitantes en el Kurdistán turco (1), en un ambiente político determinado por el eslogan de “un solo Estado, un solo pueblo, una sola lengua, el turco”, el movimiento kurdo ha buscado salidas políticas.

Dogan Özgüden prosigue: “En las elecciones nacionales de octubre de 1991, la primera vez que unos candidatos kurdos se presentaron como miembros del Partido del Trabajo del Pueblo (HEP), prokurdo en la lista del Partido social-demócrata (SHP), obtuvieron veintidós escaños. Cuando en 1991 Leyla Zana prestó juramento en kurdo diciendo: ‘Viva la fraternidad entre los pueblos turco y kurdo’, ella y sus compañeros fueron expulsados de la Asamblea Nacional y condenados a quince años de prisión por traición y relaciones con el PKK. Se han podrido en prisión durante diez años. El SHJP, con el que habían realizado una alianza -pero que es un partido estatal y kemalista-, les ha dejado caer. Leyla Zana obtuvo el premio Sajarov del Parlamento Europeo, pero esto no le hizo salir de la cárcel”.

Cambios de denominación

Cemile Renklicay, militante kurda y consejera municipal en la región parisina precisa: “Los partidos prokurdos son prohibidos sucesivamente y vuelven a la superficie con otro nombre, a veces incluso en los mismos locales y, en parte, con el mismo personal. Se cambia el logo y se marcha hacia adelante, hacia la próxima prohibición”.

En efecto, a menudo un partido político prokurdo ha sido jurídicamente recreado bajo un nuevo nombre tras una prohibición, para no caer en el vacío político. Esta es su lista:

-el HEP, creado en 1990 y prohibido en 1993;

-el Partido de la Libertad y de la Democracia (Ozdep) creado en 1993, prohibido en 1993;

-el Partido de la Democracia (DEP), creado en 1993, prohibido en 1994;

-el Partido de la Democracia del Pueblo (HADEP), creado en 1994 y prohibido en 2003;

-el Partido Democrático del Pueblo (DEHAP), creado en 1997, prohibido en 2005;

-el Partido por una Sociedad Democrática (DTP), creado en 2005, prohibido en 2009;

-el Partido por la Paz y la Democracia (BDP) creado en 2008, se le cambió el nombre por “Partido Democrático de las Regiones” (DBP) que apoya al HDP creado en 2013…

Cemile Renklicay añade: “El HADEP, creado en 1994 y prohibido en 2003 ha tenido una vida más larga. A pesar de la captura de Abdulah Öcalan a comienzos de 1999 y las manifestaciones de masas en todo el mundo, a pesar de la prohibición de la televisión kurda, a pesar de la prohibición de festejar el año nuevo kurdo, Newroz, en marzo de 1999, a pesar del régimen de excepción militar OHAL (2) en la región kurda de Turquía, el partido prokurdo HADEP pudo participar en las elecciones municipales de 1999. Era muy importante, porque era la única expresión política que el poder dejó a la gente kurda. El HADEP no superaba el 10 % a nivel nacional, no tenía por tanto ninguna representación a nivel nacional, pero ganó treinta y siete alcaldías en las principales ciudades del Kurdistán de Turquía, en Diyarbakir, Van, Batman, sobre todo en detrimento del partido Refah, el predecesor del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) actual”.

Derechos humanos contra entrada en la UE

Con Öcalan tras los barrotes y deseosa de convertirse en miembro de la Unión Europea, Turquía se vio obligada a soltar un poco de lastre en materia de derechos democráticos. El movimiento kurdo lo aprovechó para ampliar la brecha, exigir e incluso imponer derechos lingüísticos y culturales. El Estado se resistía aún a este empuje político cuando, por ejemplo, gobernadores, nombrados por el Estado, prohibían el Newroz porque en la demanda de autorización de los alcaldes kurdos estaba escrita la “w” de Newroz, en lugar de la “v” de Nevrod, siendo considerada la primera grafía como kurda y separatista, y la segunda como turca. Pero globalmente, en los años 2000, el movimiento político kurdo en Turquía se reforzó considerablemente. Aunque los poderes de las municipalidades siguieran siendo muy limitados, el estado de excepción militar OHAL era poco a poco suprimido en la región kurda de Turquía y la gente podía respirar un poco.

Dogan Özgüden: “Cuando Turquía quería ser miembro de la Unión Europea y, por tanto, debía respetar los criterios sobre los derechos humanos, se dio cuenta de que tenía que tener en cuenta no solo a los kurdos, sino también a los armenios, asirios… Es lo que dio lugar en los años 2000 a una apariencia de proceso de paz, con Abdulah Öcalan como interlocutor”.

Un irresistible ascenso

En 2002, el movimiento kurdo participó en las elecciones nacionales con el nombre de Partido Democrático del Pueblo y obtuvo 3 millones de votos y un 7 % a nivel nacional: es decir, ningún representante en el Parlamento a causa del umbral electoral del 10 %.

En 2007, justamente para obtener representación parlamentaria, el DTP, sucesor del DEHAP, decide no participar en las elecciones legislativas como partido, sino apoyar a sus candidatos individualmente. Obtienen 22 escaños en el Parlamento.

En 2009, en las elecciones municipales, el DTP gana las alcaldías en más de cien ciudades y pueblos en la región kurda. Un récord. El BDP, sucesor del DTP, obtiene 36 escaños en el Parlamento con el mismo método: apoyo a candidatos individuales.

Dice Cemile Renklicay: “El HADEP tenía dificultades para llegar a alianzas, pero la inversa es cierta también: la izquierda tenía dificultades para aliarse a un partido político considerado como el escaparate del ‘PKK terrorista’. Ha sido con el HDP como han cambiado las cosas”.

Murat Ronî, del Consejo Democrático Kurdo de Francia, CDK-F señala: “Hace cuarenta años que hay lucha armada, porque no había otra opción que defenderse con las armas en la mano. Pero sabíamos que solo la vía militar no podía conducir a una solución. Los diferentes grupos de izquierdas y también al movimiento kurdo han necesitado tiempo para llegar al proyecto HDP, es decir a la unión de todas las fuerzas democráticas. Hemos proclamado siempre que la solución era política, de ahí la importancia de una formación como el HDP. La violencia de Erdogan contra el HDP es precisamente la consecuencia de su creciente importancia en la sociedad. El HDP es una enfermedad contagiosa en Turquía, pero yo diría que es una buena enfermedad. Cuando Erdogan ha atacado al HDP, lo ha hecho, más allá de los kurdos, contra todos quienes son un poco los olvidados de la nación turca, los LGTB (3), los asirio-caldeos (4), los armenios y también los periodistas y artistas”.

El tiempo de las alianzas

Con la fuerza creciente del movimiento político kurdo y su representación política, los kurdos decidieron asumir un nuevo desafío: superar el umbral electoral del 10 % a nivel nacional presentándose como fuerza política, y no apoyando a candidatos oficiales. La cuestión de las alianzas con otras fuerzas se ha tomado muy en serio. La apuesta era arriesgada, puesto que si el HDP no alcanzaba el 10 % a nivel nacional, no habría tenido ningún electo en el Parlamento y la decepción alejaría ciertamente al movimiento kurdo de toda solución política.

Para Emre Öngün, turco-francés, enseñante en París y militante de Ensemble!: “La importancia del HDP es enorme para todas las poblaciones de Turquía, porque se produce la apertura del movimiento kurdo hacia otras fuerzas. El HDP ha sido también el receptáculo de lo que ha sido el movimiento de Gezi. La juventud es más abierta sobre la cuestión kurda. El HDP es el único partido que defiende las reivindicaciones LGTB de forma tan fuerte, y ha sido una diputada del HDP quien ha presentado en el Parlamento la primera demanda de reconocimiento del genocidio armenio. El HDP representa esa esperanza, y esa es la razón por la que es tan violentamente reprimido”.

El HDP obtuvo el 13 % y 80 escaños en las elecciones legislativas de mayo de 2015 con Selahettin Demirtas como copresidente joven y carismático. Era una fiesta para unos, la rabia para otros. El HDP privaba a Erdogan de los votos necesarios para reformar la Constitución y convertirse en el presidente-sultán de Turquía. Consiguientemente ha provocado la guerra, una parte del movimiento kurdo ha caído en la trampa y llevado a cabo la lucha armada en el interior de las ciudades del Kurdistán. Lo que quedaba de un proceso de paz cosmético está ya enterrado. Una parte de los aliados del HDP le han dado la espalda, Erdogan convocó nuevas elecciones, pero el HDP acabó la carrera electoral justo con un poco más del 10 % y privó de nuevo a Erdogan de la mayoría necesaria para modificar la Constitución. A Erdogan solo le quedaba arrebatar la inmunidad a los 59 diputados/as del HDP. La tentativa de golpe de Estado del 19 de julio de 2016 ha sido la ocasión definitiva para acusarles de relaciones con el terrorismo del PKK y de encarcelarles.

Conclusión de Dogan Özgüden: “El reparto del Próximo Oriente fue un reparto colonial y ahora los kurdos aprovechan la ocasión de redibujar el mapa para reparar la injusticia colonial que les fue hecha con los acuerdos Sykes-Picot. La lucha contra la organización del Estado Islámico (OEI) ha modificado mucho las relaciones de fuerza en Próximo Oriente. Los kurdos juegan un papel importante en esta recomposición. No sé bajo qué forma va a emerger el Kurdistán, probablemente no bajo la forma de un Estado-nación. Pero si ciertos países de unos centenares de miles de ciudadanos están representados en la ONU, un pueblo de 35 millones de personas tiene con certeza derecho a una forma autónoma de existencia”.

Notas:

(1) Las autoridades turcas no reconocen la denominación de “Kurdistán”. Para ellas se trata de la región turca de Anatolia del sureste.

(2) “Región en estado de urgencia”, creada en 1987 en el sureste de Turquía en el marco del conflicto turco-kurdo.

(3) Lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros.

(4) “Asirios” o “Asirio-caldeos”: pueblo cristiano de Próximo Oriente, que habla y escribe en una lengua siriaca cercana al arameo. Pertenecen a una de las iglesias orientales nacidas a finales del siglo IV en el imperio romano. En Turquía, perseguidos y empujados al exilio durante la I Guerra Mundial, se han vuelto a reinstalar, en parte, desde los años 2000.

FUENTE: Chris Den Hond/Orient XXI (www.orientxxi.info) / Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR