El gobierno turco fuerza a los refugiados a trasladarse a la frontera con Europa

El Estado turco continúa con el traslado forzado de refugiados a las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE), luego de recibir duros golpes militares en la provincia siria de Ildib, donde respalda a grupos terroristas como Hayat Tahrir Al Sham (HTAS, Al Qaeda en Siria).

La agencia de noticias ANF informó que el transporte de las personas se produce desde Estambul hasta la ciudad de Edirne en taxi, autobús o tren. De esta manera, miles de hombres y mujeres fueron enviados al paso fronterizo turco de Pazarkule, por lo cual el gobierno de Grecia dispuso el cierre del paso de Kastanies.

En esta jornada, Pazarkule se mantuvo cerrado por la mañana, pero fue reabierto al mediodía. La policía militar turca despejó las barreras y dejó pasar de nuevo a los refugiados. El domingo, en Pazarkule hubo enfrentamientos entre las multitudes -incluyendo mujeres y niños que esperaban en la zona frente al paso fronterizo-, por lo cual fueron reprimidos con gases lacrimógenos.

El viernes pasado, el gobierno turco anunció que ya no impediría que los refugiados sirios lleguen a Europa, pese al acuerdo millonario firmado con la Unión Europea (UE). Un alto funcionario turco declaró a la agencia Reuters que tras la muerte de más de 30 soldados turcos en un ataque aéreo de las fuerzas del gobierno sirio en Idlib, la administración de Recep Tayyip Erdogan había tomado esta decisión.

A primera hora del viernes, refugiados y migrantes marchaban hacia los puestos fronterizos. El funcionario consultado por Reuters aseveró que policías y guardias recibieron orden de permitir las salidas tanto por tierra como por mar.

Por su parte, el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, expresó que 100.577 personas habían cruzado la frontera por Edirne. Esta declaración no fue confirmada ni por Grecia ni por Bulgaria. En tanto, el ministro de Defensa griego, Nikos Panagiotopoulos, acusó a Turquía de organizar el envío de refugiados y refugiadas hacia la frontera común entre ambos países. Debido a esta situación, el nivel de alerta para todas las fronteras de la UE con Turquía se elevó a “alto”.

Desde que comenzó la guerra en Siria, un millón de civiles se ha visto desplazado dentro del país, cerca de la frontera turca a partir de diciembre, en medio de condiciones invernales desesperadas. Turquía alberga a 3,7 millones de refugiados sirios y dice que no puede recibir más, aunque la UE desembolsa miles de millones de euros para que Ankara acoja a las personas desplazadas por el conflicto interno.

Mientras sucede esto, la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES), encabezada por los kurdos, informó que más de 1.500 familias huyeron de Idlib hacia la región autónoma. La administración alojó a los civiles desplazados en campamentos y, a pesar de sus propias posibilidades limitadas, se encarga del suministro básico de alimentos y atención médica.

En una declaración, la AANES explicó que “debido a la crisis humanitaria causada por la guerra en Idlib, la población civil se encuentra en una muy mala situación. Se necesita cooperación para aliviar el sufrimiento de los civiles frente a la ola de migración que está teniendo lugar. Se deben tomar medidas”. Tanto la administración como las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) “ya han declarado que cumplirán con su deber humanitario hacia el pueblo de Idlib, de acuerdo con sus responsabilidades –afirmaron en el comunicado-. Sobre esta base, estamos informando una vez más a la gente de Idlib que les brindaremos atención dentro de los límites de nuestras posibilidades. Declaramos que a pesar del alto número de migrantes en nuestra región cumpliremos con nuestro deber”.

La administración autónoma también reconoció que “enfrentamos serios obstáculos debido a los cientos de miles de personas desplazadas de las áreas ocupadas por el Estado turco”, por lo cual realizó un llamado a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y a otras instituciones internacionales para que propongan “soluciones sobre cómo superar la difícil situación actual”. “La ayuda humanitaria debe llegar al noreste de Siria para garantizar suministros básicos para quienes buscan protección”, remarcaron desde la AANES.

Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que su país está dispuesto a brindar ayuda a Bulgaria y a Grecia para mitigar el aumento del flujo de refugiados procedentes de Siria y enviados por Turquía.

“Plena solidaridad con Grecia y Bulgaria. Francia está lista para contribuir a los esfuerzos de los países europeos para brindarles asistencia inmediata y proteger las fronteras. Debemos trabajar juntos para evitar una crisis humanitaria y migratoria”, indicó el mandatario francés en su cuenta de Twitter.

La nueva crisis generada por Turquía en Idlib no es nueva. En marzo de 2018, el gobierno de Erdogan invadió y ocupó el cantón kurdo de Afrin, lo que generó el desplazamiento de más de 300 mil personas. A finales del año pasado, el ejército turco junto a una treintena de grupos terroristas atacó Serekaniye y otras ciudades del Kurdistán sirio, ocupando una extensa franja fronteriza. La invasión turca al norte de Siria además de generar miles de desplazados, se caracteriza por impulsar el cambio demográfico, la aplicación de políticas represivas y el aval de que los grupos terroristas saqueen propiedades y bienes de los pobladores, al mismo tiempo que efectúan secuestros extorsivos.

El objetivo final del gobierno de Ankara es poder anexar los territorios ocupados, bajo el argumento de que esas regiones pertenecieron históricamente al Imperio Otomano. La crisis militar y humanitaria en Idlib también compromete a Rusia, que hasta hace pocas semanas negociaba un alto el fuego con Turquía. Las intenciones del gobierno de Erdogan por ocupar Idlib llevaron al gobierno sirio a anunciar el cierre del espacio aéreo de la frontera y del noreste del país. La agencia de noticias estatal Sana comunicó esta medida adoptada el fin de semana. El Ejecutivo de Damasco aseveró que cualquier avión que viole el espacio aéreo sirio será considerado “hostil”, por lo cual debe derribarse y evitar que logre sus objetivos. Autoridades castrenses sirias manifestaron que “las fuerzas del régimen turco continúan llevando a cabo actos hostiles contra nuestras fuerzas armadas que operan en la provincia de Idlib y sus alrededores, ya sea atacando a nuestros soldados que se enfrentan directamente a terroristas, o brindando todas las formas de apoyo para las organizaciones armadas que están en la lista de terrorismo, de acuerdo con el derecho internacional”.

Desde la cancillería siria agregaron que “la agresión turca demuestra, una vez más, la falta del mínimo nivel de credibilidad del régimen de Erdogan al violar e incumplir sus obligaciones en virtud del proceso de Astaná y los entendimientos de Sochi, y su insistencia a permanecer en una sola trinchera con los grupos terroristas”.

FUENTE: ANF / Russia Today / Sana / Edición: Kurdistán América Latina