El aventurerismo de Turquía se expande al norte de Irak

El gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan ha enviado, en los últimos años, a los soldados turcos a la acción en Siria, Libia y Somalia. A esa lista se sumó hace dos semanas el norte de Irak, cuando ordenó transportar unidades de comando a la zona.

Ankara ha lanzado regularmente ataques aéreos al norte de Irak contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que ha liderado la insurgencia dentro de Turquía durante tres décadas y tiene su sede en las montañas de Qandil, en Irak. También, ocasionalmente, ha enviado soldados turcos a través de la frontera para breves misiones.

Sin embargo, esta ofensiva aérea y terrestre puede terminar como las de la vecina Siria, donde Turquía ha tomado y mantenido grandes porciones de territorio más allá de sus fronteras.

“Turquía planea crear una zona de amortiguamiento y dividir la geografía kurda”, dijo a Ahval Bestoon Khalid, un periodista y analista de asuntos kurdos de la ciudad de Sulaymaniyah, agregando que tal movimiento no tendría precedentes en el área principalmente kurda del norte Irak.

“Los medios de comunicación turcos dicen claramente que el objetivo es permanecer –agregó-. Es la primera vez que Turquía está creando control sobre el terreno en la región del Kurdistán iraquí”.

En colaboración con los rebeldes sirios locales, las fuerzas turcas se han apoderado en los últimos años de tres partes del territorio sirio, incluidas dos áreas principalmente kurdas, Afrin en 2018, y zonas del noreste de Siria en octubre pasado. En ambos casos, Turquía y sus representantes cometieron crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos, como limpieza étnica, asesinatos en las carreteras y desapariciones forzadas, según Amnistía Internacional.

La incursión de Ankara en el norte de Irak apenas ha comenzado, pero ya ha generado preocupaciones similares. La Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional condenó la ofensiva de Turquía, e instó a Ankara a detenerse después de que los ataques aéreos golpearan áreas yezidíes y cristianas, matando a cinco civiles según informes locales.

La semana pasada, un ataque aéreo turco golpeó la aldea de Kuna Masi, en las afueras de Sulaymaniyah, matando a un hombre e hiriendo al menos a media docena de civiles. En un video tomado en los momentos previos al impacto, dos padres se ven en un pequeño estanque, enseñando a sus hijos pequeños a nadar. De repente, se escucha una explosión masiva, la cámara sale volando y la gente comienza a gritar.

“Esta es un área de picnic a menos de 20 millas (32 kilómetros) de donde vivo”, dijo Khalid, reconociendo que informes posteriores encontraron que había un militante armado conduciendo por el área en ese momento.

“Turquía tiene muy buena tecnología para seguir a esta persona y golpear esta camioneta en un lugar donde los civiles no se verían afectados –explicó el analista-. Turquía está tratando de dar este mensaje a los kurdos de que esto es una amenaza para todos ellos”.

El canciller turco, Mevlüt Çavuşoğlu, defendió las operaciones de Turquía en el norte de Irak la semana pasada , señalando una creciente presencia del PKK en Sulaymaniyah, un área metropolitana de aproximadamente 1,5 millones de personas. “Ahora están en las calles de Sulaymaniyah y controlan cientos de lugares”, justificó.

Khalid discrepó este punto de vista y lo vio como parte del esfuerzo más amplio de Turquía para perturbar y aterrorizar al pueblo kurdo. “Si dices que Sulaymaniyah está bajo el control de una ‘organización terrorista’, estás criminalizando a más de medio millón de personas y dándote el derecho de bombardear esta ciudad”, señaló.

Güneş Murat Tezcür, jefe del programa de estudios políticos kurdos de la Universidad de Florida Central, está convencido de que, al menos parte, de las agresiones actuales de Ankara se remontan a la asociación militar de los Estados Unidos con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que se forjó en 2015 como parte de la lucha contra el Estado Islámico (ISIS). Dos años antes, en medio del caos de la guerra civil de Siria, las FDS habían forjado un enclave autónomo conocido como Rojava a lo largo de la frontera turca.

“Cuando tienes un partido kurdo con el control del norte de Siria, esto crea una gran ansiedad nacionalista en Turquía”, sostuvo Tezcür a Ahval, agregando que uno de los aliados de la OTAN en Turquía que se alineó con ese grupo kurdo y esto solo intensificó las preocupaciones de Ankara. “Cada vez que existe este tipo de conexión entre los Estados Unidos y un actor kurdo crea más incertidumbre y miedo entre los actores políticos turcos”, indicó.

Aunque el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, prometió en octubre pasado cortar los lazos con las FDS y retirar las tropas estadounidenses, permitiendo que Turquía ingrese al noreste de Siria, las fuerzas estadounidenses aún operan junto a las tropas de las FDS, combatiendo los restos del ISIS y protegiendo varios campos petroleros.

Erdogan y Trump parecen haber llegado a algún tipo de acuerdo, en el que la presencia de las fuerzas estadounidenses impide que Turquía avance más en áreas principalmente kurdas de Siria, incluso cuando Washington hace la vista gorda ante las agresiones de Turquía contra los kurdos.

“Estados Unidos puede evitar que Turquía tenga una incursión total en las áreas kurdas en Siria, pero eso no significa que Estados Unidos esté presionando a Turquía para que cambie su política sobre los kurdos”, sintetizó Tezcür.

Por lo tanto, Turquía tiene, en gran medida, la libertad de continuar sus agresiones contra los actores kurdos dentro de sus fronteras, donde ha despedido y encarcelado a más de 100 funcionarios electos del principal partido pro kurdo (HDP), y aferrarse a las áreas anteriormente kurdas en Siria, y así poner en peligro a los civiles en áreas que no controla, como fue el ataque con aviones no tripulados que mató a tres mujeres civiles cerca de Kobane.

En el norte de Irak, el ejército de Turquía ha establecido en los últimos cuatro años más de una docena de puestos de observación. Las autoridades turcas han dicho que planean establecer más bases militares en el área para evitar que el PKK retome las regiones despejadas.

Khalid observa esto como una clara señal de que Turquía planea quedarse, tal como lo ha hecho en las zonas kurdas de Siria. También le preocupaba que Turquía pudiera repetir su política en Libia e importar miles de rebeldes sirios radicales para asegurar una zona de amortiguamiento planificada.

“Existe el temor entre la gente de que el control de esas áreas pueda ser entregado a los militantes yihadistas sirios, con Turquía teniendo puntos de control para protegerlos, lo que es una gran amenaza para la seguridad de toda la región”, finalizó Khalid.

FUENTE: David Lepeska / Ahval / Traducción y edición: Kurdistán América Latina