Denuncian nuevos crímenes de mercenarios proturcos en Afrin

Las facciones armadas, apoyadas por Turquía, siguen tomando medidas represivas contra los residentes de la ciudad y el campo del cantón kurdo de Afrin, en el norte de Siria. Mediante extorsiones, saqueos y detenciones arbitrarias, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR), los mercenarios aplican una política del terror en la zona, ocupada ilegalmente por el Estado turco desde 2018.

La policía militar, respaldada por Turquía, detuvo a un civil (un artista y cantante) y a su esposa, de una aldea del distrito de Jindires, en la zona rural de Afrin, por razones desconocidas. La mujer fue liberada más tarde, mientras que el destino de su marido sigue sin conocerse por estas horas.

Por otra parte, el SOHR reveló de que el grupo terrorista Ahrar Al Sham continúa extorsionando a los residentes de varios pueblos de Jindires, sobre todo a quienes tienen cultivos de olivos o  almazaras, obligándolos a entregar parte de la producción.

El 22 de octubre pasado, fuentes del SOHR dijeron que las facciones apoyadas por Ankara arrestaron a un civil mientras se encontraba en su campo de olivos en la aldea de Sheikh Hitko, en el distrito de Mabata, también de la zona rural de Afrin.

A su vez, los mercenarios detuvieron a otro poblador de la aldea de Shoraba, en la zona de Mabata, y lo llevaron a un destino desconocido, sin saber las razones y los motivos de este arresto.

El 2 de noviembre se conoció que los grupos terroristas que operan en Afrin secuestraron a ocho residentes de la aldea de Qude, en el distrito de Rajo. Los civiles secuestrados son Mihemed Îbo (40 años), Mihemed Heyder Şêxo (18), Rifet Hesen Hac Musa (55), Selah Menan (60), Ezet Osman (70), Ehmed Hac Musa (71), Tewfîq Mihemed Mûsa (30) y Doxan Ehmed Silêman (30).

Desde el comienzo de la ocupación del cantón kurdo, las violaciones de derechos humanos y los crímenes de guerra se repiten de forma sistemática. Además de una política colonial clásica, Turquía practica la limpieza étnica y la expulsión masiva de pobladores originarios. A su vez, aplica un plan de cambio demográfico, trasladando personas desde otras partes de Siria para implantarlas en las casas robadas a sus habitantes.

En un reciente informe, la Organización de Derechos Humanos de Afrin (ODHA) indicó que solo en septiembre las fuerzas ocupantes asesinaron a dos civiles -incluido un niño-, más de ochenta personas fueron secuestradas, y tres menores fueron casados ​​con mercenarios islamistas contra la voluntad de sus familias.

Hace dos meses, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Árabe Siria publicó un informe de 25 páginas en el que  presentaba sus conclusiones sobre la base de las investigaciones realizadas entre el 11 de enero y el 1 de julio de 2020. En la investigación se reveló un aumento en los patrones de abusos selectivos, como asesinatos, violencia sexual y de género contra mujeres y niñas, y saqueos o apropiación de la propiedad privada.

En Afrin y sus alrededores, el informe documentó cómo el Ejército Nacional Sirio (ENS), respaldado por Turquía y en el que se aglutinan los grupos terroristas, llevó a cabo toma de rehenes, tratos crueles, torturas y violaciones. En la misma región, decenas de civiles resultaron muertos y mutilados por grandes artefactos explosivos improvisados, así como durante bombardeos y ataques con cohetes.

En la investigación se remarcó que desde 2019, “las mujeres kurdas de las regiones de Afrin y Serekaniye se han enfrentado a actos de intimidación por parte de miembros de la brigada del Ejército Nacional Sirio, generando un clima de miedo generalizado que, de hecho, las ha confinado en sus hogares. Las mujeres y las niñas también han sido detenidas por combatientes del Ejército Nacional Sirio y sometidas a violaciones y violencia sexual, lo que ha causado graves daños físicos y psicológicos a nivel individual, así como a nivel comunitario, debido al estigma y las normas culturales relacionadas con las ideas. Durante el período que se examina, se documentaron casos de violencia sexual contra mujeres y hombres en un centro de detención en Afrin”.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina