Denuncian el aumento de las violaciones de derechos en las prisiones de Turquía

Canan Ceylan, que ha estado recluida en la Prisión de Alta Seguridad de Mujeres de Bakırköy (Turquía), señala las violaciones de derechos infligidas por la administración penitenciaria a las que se han enfrentado. Ha expuesto las restricciones al derecho de visita a los reclusos, la confiscación del derecho a la salud y el sometimiento a registros exhaustivos. “A pesar de todo, me gustaría decir que tenemos esperanzas y que seguiremos luchando, siguiendo el desarrollo de todos los acontecimientos con determinación de resistencia”, ha escrito Canan en su carta.

Después del intento de golpe, se declaró el estado de emergencia (OHAL) en Turquía, el cual ha sido prorrogado por quinta vez, con lo que han aumentado paralelamente las violaciones de derechos. En particular, tales violaciones están aumentando en las cárceles. La administración penitenciaria ha prohibido el derecho de visita a los reclusos y ha cancelado su derecho a la sanidad. Los presos han sido torturados y maltratados. La prisión de seguridad para mujeres de Bakırköy es una de estas cárceles en la que las violaciones de los derechos de los reclusos aumentan día a día.

Las familias se ven obligadas a regresar

Canan Ceylan, que ha estado detenida en la prisión de seguridad de mujeres de Bakırköy, ha enviado una carta en la que afirma que se mantiene un tiempo de visita para los presos, si bien este tiempo se ha reducido a 35 minutos debido a que las prisiones están muy ocupadas actualmente. Las familias de los prisioneros vienen desde muchos kilómetros de distancia para una breve visita, pero tienen que regresar si llegan cinco minutos tarde.

El negro también está entre los colores prohibidos

Se pueden tomar fotografías durante las visitas en todas las prisiones, pero en la Prisión de Seguridad de Mujeres de Bakırköy hacer fotografías ha sido prohibido por el estado de emergencia (OHAL). Canan afirma que esta práctica es arbitraria y también agrega que en todas las prisiones los colores caqui y azul marino están prohibidos, pero en Bakırköy también se ha prohibido el color negro y se desea poner en práctica el “uniforme único”.

El mayor problema es la retirada del derecho a la salud

Canan señala en su carta que el mayor problema de las violaciones de derechos en las cárceles es contra el derecho a la salud, y declara: “Las derivaciones al hospital son problemáticas aquí, como en todas las cárceles. Los traslados al hospital pueden aprobarse después de meses, y cuando nuestras compañeras son enviadas al hospital, y se dirigen al vehículo de detención, la policía les dice, ‘el vehículo está lleno, el número de soldados no es suficiente’ y nuestras compañeras son enviadas de vuelta a la sala”.

“Tenemos esperanza; seguiremos luchando”

Al afirmar que se están incrementando las violaciones de derechos y que las reclusas son sometidas a un trato inhumano -como tratamiento degradante y registros exhaustivos-, Canan escribe: “No podemos satisfacer nuestras necesidades básicas en la cafetería debido a las restricciones en la misma. Sin embargo, a pesar de todo, seguiremos el desarrollo de todos los acontecimientos con nuestra determinación de resistencia. Mantenemos la esperanza y seguiremos luchando”.

FUENTE: Esra Aydin/Jinnews/Traducido por Rojava Azadi