David Graeber: el intelectual revolucionario más importante de nuestro tiempo

La Iniciativa Internacional “Libertad para Abdullah Öcalan-Paz en Kurdistán” publicó una declaración en la que rinde homenaje a David Graeber, un amigo íntimo del pueblo kurdo que falleció en Italia a los 59 años de edad.

A continuación reproducimos el comunicado completo:

Nuestros corazones están llenos de dolor al escuchar que nuestro amigo y camarada David Graeber ha fallecido repentina e inesperadamente el 2 de septiembre de 2020. Su temprana muerte es una profunda pérdida para todos nosotros. Extendemos nuestras más profundas condolencias a su familia, a todos sus amigos y a todos sus allegados.

Si había algo que destacaba de David Graeber era su insistencia en ver las cosas de manera diferente. Fue capaz de unir las cosas de maneras absolutamente novedosas y arrojar nueva luz a los fenómenos que dábamos por sentado. Su incomparable creatividad lo llevó a extenderse por diferentes disciplinas y períodos de tiempo.

David fue un revolucionario y visionario, sin duda, ya sea en el contexto de Ocuppy Wall Street, o de la revolución en Kurdistán, especialmente en Rojava. Siempre que los oprimidos trataban de agarrar las riendas y construir algo nuevo, David estaba allí para apoyar estos esfuerzos, ya sea a través de la teoría o de la acción directa. Y mientras hacía esto, se enfrentó al mundo, y si era necesario, a toda la izquierda. Esto se podía ver en su forma diferente de acercarse al pueblo kurdo. Hace más de cinco años, David dijo sobre la Revolución Rojava: “¡No, esta es una revolución genuina!”, y entró en diálogos indirectos con Abdullah Öcalan a través de su ensayo sobre la filosofía política de Öcalan.

En su ensayo en “Construyendo la vida libre: Diálogos con Abdullah Öcalan” escribió: “No sólo se espera que los académicos eviten comprometerse con la política (…) Una de las formas que adopta esto es el rechazo a creer que cualquiera que haya tomado algún tipo de acción política efectiva en el mundo pueda también hacer importantes contribuciones al pensamiento humano. En el mejor de los casos, pueden ser objeto de análisis. No se puede considerar que participen como iguales en el desarrollo de las ideas (…) No es de extrañar, pues, que los intelectuales contemporáneos en su mayoría no tengan idea de qué hacer con las ideas de Abdullah Öcalan”.

Conocimos a David personalmente desde 2012, cuando presentó por primera vez la traducción alemana de su fabuloso libro “Deuda: los primeros 5.000 años”, en la ciudad de Colonia. Desde entonces desarrollamos una fuerte amistad. Contribuyó mucho a la comprensión del corpus intelectual del Movimiento de Liberación de Kurdistán por parte de las audiencias internacionales, y a su vez también fortaleció nuestro pensamiento a través de su propio análisis.

David era el tipo de activista-intelectual que nuestro mundo necesita urgentemente. No sólo tenía un corazón bondadoso y un intelecto sólido, sino que era capaz de resistir la uniformidad del mundo académico y de abordar temas que, tal vez, no eran populares. Profundamente crítico de las estructuras del capital y el poder, incluida su expresión en el mundo académico, formó parte y apoyó movimientos radicales que cambiaron la sociedad para mejor.

David aún tenía mucho que aportar en esta coyuntura crítica de la historia de la humanidad como brillante antropólogo, activista anarquista, amigo de la revolución en Kurdistán y un importante intelectual revolucionario con capacidades únicas para la producción de significado. Todos le echaremos de menos. Pero vivirá en Rojava y dondequiera que haya espíritu humano libre.

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FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina