Crónica desde Rojava

Los ataques perpetrados por el ejército turco y sus aliados yihadistas en el norte de Siria, en la llamada Autoadministración Democrática del Norte y Este de Siria, están provocando desplazamientos masivos hacia el interior del país desde que empezaron el pasado miércoles. En la región viven alrededor de cinco millones de personas de diferentes etnias: kurdos, árabes, siriacos, caldeos, asirios, circasianos, armenios, chechenos y yazidis.

Según la Media Luna Roja (Heyva Sor), 14 civiles habrían sido asesinados en los ataques, entre ellos un niño de 11 años, y 33 personas han sido heridas gravemente. La última actualización compartida por el Centro de Información de Rojava eleva esta cifra a 35 muertes y un centenar de heridos.

Entre las personas fallecidas se encuentra Hevrin Khalaf, copresidenta del Partido por el Futuro (Partiya Pêşroj), que ha sido asesinada en la mañana del sábado en la carretera de Til Temir por proxis yihadistas afiliados a Turquía. El Partido por el Futuro ha sido recientemente creado con el propósito de buscar una solución pacífica e incluyente para todos los pueblos de Siria.

Los ataques comenzaron en los alrededores de la ciudad de Sere Kaniye (Ras al-Ain) y la ciudad de Dirbesiye en el Cantón de Cizire el pasado 9 de octubre hacía las 16h. Ambas ciudades colindan con la frontera de Turquía. Pero pronto hubo ataques simultáneos a otras ciudades, Derik, Kobane, Ain Isa, Girê Spî (Tel Abyad). Esta periodista fue testigo de los ataques contra la ciudad de Serê Kaniye con artillería pesada y de cómo los aviones de combate surcaban los cielos dirigiéndose al interior del país. Los habitantes de la ciudad de Serê Kaniye comenzaron a huir en dirección sur, hacía las ciudades de Til Temir y Haseke. Grandes atascos de coches, camiones y autobuses, completamente llenos, se formaron en la carretera de salida. Había también muchos civiles que huían a pie, personas ancianas, niños y discapacitados.

Las cifras de desplazados aumentan cada día. Según el Centro de Información de Rojava, al menos 190.000 personas han huido de las ciudades y pueblos colindantes con la frontera turca, y se han dirigido principalmente a las ciudades de Haseke y Raqqa, al sur de la región.

Varios colegios han sido adecuados para recibir a los desplazados en la ciudad de Haseke. El colegio Lebidbin Rebia acogía hasta ayer a 40 familias, entre 250 y 300 personas. Los desplazados vienen de las ciudades de Serê Kaniye, Kobane y Girê Spî. Los suplementos médicos son organizados por ONG’s locales y la Media Luna Roja Kurda (Heyva Sor). Según el responsable del colegio, hay falta de agua potable y comida. Heyva Sor avisa de la escasez de agua en la ciudad de Haseke, donde se encuentra uno de los principales hospitales de toda la región. La carencia se debe al ataque contra la estación de agua de Alok, que suministraba agua a medio millón de personas. La falla en la estación de agua afecta también al resto de hospitales de la región.

Zehra Qewesa, desplazada desde un pueblo de la región de Kobane, se encuentra actualmente en el colegio Lebidin Rebia. Zehra relata cómo tuvieron que huir de su pueblo a pie con los niños en brazos. Protesta por la traición del gobierno de EE UU y la falta de iniciativa real de la comunidad internacional para parar la invasión de Turquía. “No existen los derechos humanos. Ni América, ni Francia, ni Gran Bretaña, ni Alemania, ninguno de ellos sabe qué son los derechos humanos. ¡Todos mienten!”.

Otra mujer de la región de Kobane, que prefiere no dar su nombre, relata su huida: “Salimos corriendo de nuestras casas, estaban bombardeándonos. Llegamos a la ciudad de Ayn Isa, allí los bombardeos continuaban desde los aviones. Pero nosotros, ¿qué hemos hecho? ¿A dónde vamos a ir?”.

Aparte de los ataques del ejército turco y sus proxis yihadistas, las células durmientes del Estado Islámico (ISIS) se han activado y están perpetrando diversos atentados en diferentes puntos de la región. El sábado 12 de octubre un coche bomba explotó frente a un local de kebab en la concurrida ciudad de Qamishlo. Hasta el momento, son cuatro las víctimas mortales, pero también hay varios heridos graves. Asimismo, la pasada madrugada, un coche bomba explotó cerca de la cárcel de la ciudad de Haseke donde se encuentran varios prisioneros de ISIS.

El mismo sábado, las familias de ISIS que se encuentran en el campo de refugiados de al-Hol, han llevado a cabo varios ataques con piedras y una revuelta contra las fuerzas de seguridad del campo; cinco mujeres han sido detenidas. El campo de al-Hol acoge a más de 70 mil personas, la mayoría de ellas mujeres y niños de ISIS que huyeron tras la victoria de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en la región de Deir Ez Zor, al este de Siria. El portavoz de las FDS, Kino Gabriel, ha declarado que las FDS “no pueden garantizar la seguridad del campo de al-Hol ni de las prisiones donde están encarcelados los prisioneros de ISIS” si tienen que concentrarse en protegerse de la invasión.

FUENTE: Sara Ainhoa de Ceano-Vivas Núñez, desde el norte de Siria (Texto y fotos) / El Salto Diario