Crónica 6: Un Ayuntamiento autogestionado al servicio de la gente

El Ayuntamiento del campo de refugiados de Makhmur es uno de los comités de la Asamblea del Pueblo que se encarga de las infraestructuras, la limpieza y el alumbrado de las calles. Para ello, hay cinco comisiones: electricidad, limpieza, agua, archivos y vehículos.

También llevan el control de la tierra, que van parcelando y dando a las personas que se casan, las lindes de los muros, los metros se asignan a quien quiere abrir una tienda, etc. Los usos de la tierra son para casas, agricultura o ganadería.

Controlan, además, que en las tiendas se cumplan los precios acordados por el comité de vendedores, el cual establece los límites de precios y trabaja junto con el Ayuntamiento. La diferencia entre el precio al que compran y al que venden debe ser pequeña, aunque depende de las marcas o calidades.

Junto con el comité de salud, el Ayuntamiento controla que los estados de los alimentos y las calidades sean los adecuados. Por ejemplo, en invierno está prohibido vender helados. Si algún comercio los vende, se dialoga con él. Existe la posibilidad de una multa económica, pero nunca se ha aplicado, ya que nadie tiende a romper normas que han sido creadas por ellos y ellas mismas. Además, perderían la reputación en el barrio, lo que nadie desea en un entorno con una comunidad tan fuerte.

A nivel organizativo el Ayuntamiento funciona en base a distintas asambleas y encuentros:

-Cada día se reúnen a las ocho y hacen un plan de trabajo.

-Cada semana hacen un tekmil donde valoran el trabajo realizado y lo comunican a la Asamblea del Pueblo.

-Cada mes tienen una asamblea general de todas las personas que trabajan en el Ayuntamiento y escriben un informe que envían a la Asamblea del Pueblo.

-Cada dos meses celebran una asamblea abierta con la población donde recogen opiniones, se buscan soluciones comunes, hacen un informe y lo envían a la Asamblea. Toda la información se comparte para que todo el mundo pueda hacer sus críticas.

-También hacen seminarios conjuntos con otras instituciones para hablar de ecología, salud e higiene.

Hay representantes del Ayuntamiento que van a la Asamblea del Pueblo. Por otro lado, hay representantes de la Asamblea de Mujeres que participan del Ayuntamiento y transmiten las propuestas de las mujeres. Es decir, el Ayuntamiento hace un trabajo transversal, está en contacto con todas las instituciones, asambleas y comités.

Hay 34 trabajadores y trabajadoras: 6 en la limpieza, 4 en la electricidad, 5 en el agua, y 5 conductores, entre otros. La asamblea del Ayuntamiento decide a quién contrata, pero para ello consulta a las comunas de los barrios para encontrar a quién cuente con más habilidades o tenga mayores necesidades (por ejemplo la imposibilidad de ir a trabajar fuera de las personas que no tienen documento de identidad). Hay rotación pero no está establecida con normas, se produce de forma natural.

El Ayuntamiento fue de uno de los primeros comités que se crearon y que estuvo presente en los ocho campamentos. Al principio estaba en una tienda de campaña y, poco a poco, se fue mejorando, consiguiendo infraestructuras, como un camión para la basura y para repartir el agua…

“Durante muchos años no había agua, ni electricidad; calentábamos la comida con camping gas. Primero había bidones de agua, luego trajeron tanques y, poco a poco, fuimos construyendo toda la infraestructura”. (Leila, copresidenta del Ayuntamiento)

Es totalmente autogestionado ante la necesidad de crear instituciones propias con las que hacer frente a la opresión.

“Estamos al servicio de la gente. Nos transmiten todos los problemas que tienen y los intentamos solucionar. Hemos creado un mundo autoritario que va en contra de la naturaleza, y de la naturaleza humana propiamente, y tenemos que solucionarlo. Esta solución solo puede venir de una actuación colectiva. Es la labor de los jóvenes, sobre todo, crear alternativas para que este sistema de autoridad se quede vacío y sin sentido”. (Leila, copresidenta del Ayuntamiento)

Reconocen que no pueden llegar a satisfacer todas las necesidades sin ayuda externa. Hay mucho desempleo y pobreza, y no se pueden generar puestos de trabajo suficientes. Hasta 2014, las Naciones Unidas proporcionaban algunas ayudas para las familias pobres, pero desde entonces no existe nada. Por ello, el Ayuntamiento crea comisiones que van casa por casa recogiendo un fondo solidario para familias que lo necesiten o para necesidades colectivas del pueblo.

También enfrentan muchas dificultades por la guerra y por la falta de pasaportes. Han recibido ayudas de las Naciones Unidas, de Iraq, de Bashur, aunque han sido pocas y han ido disminuyendo, ya que también les ha afectado la guerra.

“Las guerras que hay entre las élites afectan a la población que son las víctimas. Si eliminamos a las élites, la sociedad podrá vivir en paz. Nosotros somos la sociedad y nuestra obligación es mejorar las condiciones de la sociedad” (Leila)

Antes recibían algún apoyo de las Naciones Unidas, pero a raíz del ataque del ISIS en 2014 se fueron y dejaron de ayudarles. También, antes del ataque, llegaba la electricidad y el agua de Erbil y el ISIS la cortó. El agua que llegaba del Tigris también fue cortada por el ISIS.

Desde el Ayuntamiento se encargan de contar los nacimientos y matrimonios, aunque no existe un censo como tal. La cifra de nacimientos desde el 2011 hasta junio de 2018 ha sido de 1.780. Se han casado 560 familias, han venido 480 personas nuevas y ha habido 132 defunciones. El crecimiento de la población puede representar un problema en el futuro ya que el campo está al límite, no tienen capacidad de comprar tierras fuera y la zona tampoco es segura. Sólo les queda ir subiendo por la montaña, pero es más peligroso y cuesta subir el agua.

Antes de 2011 había un censo que hacían el gobierno iraquí y las Naciones Unidas, pero a partir de entonces dejaron de hacerlo. También, antes el gobierno repartía comida según este censo, pero desde que no hay censo dejó de repartir, dejaron de existir para ellos.

Otro de los problemas con que se encuentran es la imposibilidad de renovar el documento de identidad des de 2011 y las dificultades para salir del campo sin identificación. Nos dicen que “es un problema que tiene que solucionar el gobierno de Iraq con las Naciones Unidas, pero hasta ahora no han hecho nada”. Están, también, negociando con Turquía para que les den nacionalidad turca, pero Turquía lo rechaza o pone condiciones absurdas.

FUENTE: Brigada 19 de Julio