Cómo Erdogan utiliza las mezquitas para impulsar el “Si” en el referéndum

Un grupo de hombres y mujeres de mediana edad viajó a la pintoresca ciudad del Egeo, Ayvalik. De pronto, desde los altavoces de las mezquitas comenzó a escucharse la proclama “Un grupo de extraños ha entrado en nuestro pueblo, no les abrais las puertas”. Este grupo de “extraños” son miembros de la Asociación Pensamiento de Ataturk (ONG) que se acercaron el 4 de abril a Ayvalik para hablar con los residentes sobre el próximo referéndum. Ahmet Uzgec, director de esta Asociación, declaró a los medios de comunicación que hay bastante confusión entre los ciudadanos. Algunos ancianos expresaron que si ganaba el “No” el día 16 de abril, sus fondos de jubilación serían cortados, junto con la ayuda del gobierno para los discapacitados.

Los imanes pagados por el Estado se han convertido en los mejores defensores de Erdogan para la campaña por el “Si”. El incidente en Ayvalik no fue un hecho aislado. Nadie puede cuestionar que las mezquitas se han convertido en centros de campaña para el referéndum de Erdogan. De hecho, varios ejemplos han sido documentados por los medios de comunicación de la oposición. El 3 de febrero, Huseyin Gulec, el imán de una mezquita importante en el distrito Umraniye, en Estambul, fue grabado por una cámara del teléfono mientras defendía el “Si” durante su sermón del viernes. El distrito de Umraniye ha votado de forma abrumadora por partidos islamistas desde 1994, aunque todavía sigue siendo el hogar de una comunidad de musulmanes moderados. Gulec dijo a la congregación que aquellos que se oponen al sistema presidencial son unos ignorantes. Sus declaraciones fueron apasionadamente progubernamentales cuando defendió el estado de la economía turca y advirtió contra quienes critican al gobierno. Maldijo a los opositores diciendo que éstos estaban contra el éxito de las medidas económicas e infraestructuras que ha impulsado el gobierno del AKP, como la construcción del tercer aeropuerto en Estambul. Un miembro de la congregación le gritó: “Esto es una mezquita y estamos aquí para orar y no haces otra cosa que acusar de traidores a la oposición”. Inmediatamente el clérigo volvió a la liturgia del Corán.

En Turquía, la mayor parte de las mezquitas -y hay casi 85.000- están registradas bajo el cuerpo religioso oficial de Turquía (Diyanet), que actualmente opera bajo la administración del primer ministro. El Diyanet tiene recursos humanos y un gran capital dentro y fuera de Turquía. El Estado turco no solo entrega y paga salarios a los imanes, sino que también cubre los gastos de las mezquitas. A cambio, los imanes -empleados del gobierno- tienen que seguir un estricto estilo progubernamental en sus sermones. Los imanes que no se adhieren a estos sermones, particularmente en las áreas kurdas, han sido procesados.

Los imanes son sutilmente presionados para abogar por el “Si”, pero también se les aconseja que no sean demasiado provocadores. El Diyanet emplea la política de la zanahoria y el palo. Tienen miedo de que los mukhtar pro-AKP asistan e informen sobre sus sermones. Aquellos que no apoyan con su esfuerzo el “Si” en el referéndum pueden ser etiquetados como pro-Gulenistas y castigados. Otros han declarado haber recibido recompensas que el gobierno les otorga.

FUENTE: Al Monitor/https://newrozeuskalkurduelkartea.wordpress.com/