Breve análisis y algunas reflexiones sobre la incursión de Turquía en Siria

Un duro análisis de la Operación Escudo del Éufrates, impulsada por Turquía en Siria, desde la perspectiva de oficiales eliminados de la OTAN.

El ejército turco, junto con la Política Exterior turca, está atascada en Al-Bab, que significa acertadamente “La Puerta”. Al-Bab es históricamente definido como una puerta hacia Alepo, el cual, a pesar de no ser expresado públicamente, parece ser uno de los objetivos de la Operación “Escudo del Éufrates”.

Las ambiciones sectarias/políticas sunís de Erdogan comenzaron esta operación bajo catastróficas circunstancias. La operación comenzó apresuradamente en medio de la mayor purga que las Fuerzas Armadas turcas habían visto. Los marcos experimentados que habían estado resistiendo a las atrevidas ambiciones del régimen estaban siendo reemplazados por nuevos oportunistas que buscaban la gloria.

La inteligencia, la planificación, los preparativos y la ejecución hasta ahora han sido un ejemplo de  manual de cómo no hacer una operación militar. La operación, que empezó el 24 de agosto de 2016 con solamente dos batallones mecanizados y de infantería y 10 fuerzas especiales que totalizaban aproximadamente 600 personas, ha crecido hasta incluir unidades blindadas y 4000 personas con una constante demanda de más.

Durante la primera etapa de la operación, Jarablus fue capturado sin una lucha intensa y fue presentado como un gran éxito militar por los portavoces mediáticos. Posteriormente, un miembro de ISIS capturado revelaría que ISIS no contraatacó en esta primera etapa, sino que simplemente se mezclaron con la población cortando sus barbas. La gloria mediática no duró mucho, el desastre ocurrió en Al-Bab, donde el Ejército Libre Sirio ya había caído contra el fuerte de ISIS. De hecho, el FSA (Ejército Libre Sirio) ha sido más un impedimento que un apoyo. El comienzo de la operación para Al-Bab fue pospuesto en varias ocasiones porque el FSA no estaba preparado. En ocasiones anteriores las Fuerzas Especiales Turcas capturaron pueblos y se los entregaron al FSA, quienes abandonaron dichos pueblos a la mañana siguiente.

Sin embargo, la incompetencia del FSA no explica el atasco que las fuerzas turcas están experimentando en Al-Bab. Los factores deberían ser buscados dentro. El primer factor aparente parece ser la falta de Inteligencia. La operación que se está desarrollando parece estar conducida sin la adecuada Inteligencia en el área operativa. La falta de información sobre el objetivo podría ser la razón por la cual se prefirió el bombardeo de artillería. No hace falta decir que este acercamiento no preciso trae con él el riesgo de fratricidio y las bajas civiles. Actualmente, algunas fuentes han afirmado que cientos de civiles han muerto a causa de los bombardeos de artillería turcos. La situación empeora a medida que las Fuerzas Aéreas recurren a objetivos generales (bombas no guiadas) debido a la falta de Munición Guiada de Precisión (PGMs). Turquía está buscando comprar kits de PGM de Corea del Sur como requisito operativo urgente, sin embargo no sería inteligente esperar que esos PGMs lleguen al campo de batalla en un futuro cercano.

La actuación en el dominio de Planificación se asemeja al déficit de Inteligencia. Los planificadores no pudieron apreciar las armas que posee el enemigo y crear un plan acorde a eso. Los planificadores estratégicos (¡si queda alguno después de la purga masiva!) del Estado Mayor Turco deberían haber sabido esto: ISIS tenía acceso a sofisticadas armas guiadas anti-tanques (ATGM) y las había estado usando extensamente en el campo, y debería haber planeado acorde a esto.

El factor terrenal parece ser ignorado también. Usando el relativamente permisivo terreno llano, ISIS fue capaz de moverse libremente y rápidamente, lo que les posibilitó tomar tanques y otros transportes blindados con facilidad. Al igual que el terreno, la coordinación del tiempo de la operación no está en sintonía con la elección de Defensa tampoco. Defensa necesita un gran apoyo logístico, lo que puede ser una pesadilla en invierno. El detalle más chocante sobre la planificación, lo que explica los fallos mencionados hasta ahora es que no hay un Plan Operativo Estratégico Conjunto (OPLAN). Por consiguiente, no hay una visión común de toda la campaña. Para una operación de esta magnitud, un OPLAN en un nivel común es un deber para determinar las líneas de operación, nivelar las líneas de esfuerzo, sincronizar los esfuerzos y ejecutar adecuadamente. Sin embargo, fuentes declaran que la cosa más cercana a un plan son solo algunas diapositivas de power point con flechas y tiempos aproximados. Según este denominado CONOPS (Concepto de Operaciones), se tenía pensado 3 meses para el control de Jarablus, al igual que 3 meses para Al-Bab, otros 3 para Mumbic (Manbij) y solamente otros 3 meses para Rakka (Al Raqqa). Considerando cuantos meses gastaron las fuerzas de la coalición lideradas por Estados Unidos en Kirkuk (Irak), es obvio que los tiempos mencionados eran poco realistas.

C2 (comando y control) de la operación es un asunto desconcertante en sí mismo. Declaraciones oficiales indican que el encargado de 3 estrellas de las Fuerzas Especiales (el Teniente General Aksakallı, un devoto simpatizante de Erdogan) está comandando el nivel operacional desde un pequeño cuartel general en Silopi/Turquía. Considerando la cantidad de unidades blindadas usadas, un comandante de las Fuerzas Especiales sin experiencia en guerra armada no es una elección inteligente. Los tanques destruidos en la batalla testifican lo que debería haber sido de sentido común. En un informe reciente enviado a la sede del Estado Mayor Turco, el Teniente General Aksakallı, no se abstuvo de culpar a la actuación de las unidades blindadas y de infantería de los fracasos, en un intento de limpiar su nombre y desplazar la culpa hacia el Comando de Fuerzas Terrestres por la falta de entrenamiento y preparación. La afirmación de que el Comandante de las Fuerzas Conjuntas es de alguna manera no responsable de las unidades componentes bajo su comando es inaceptable para cualquier doctrina militar, tradición o ética, y muestra que Aksakallı está más preocupado por limpiar su nombre que por salvar vidas o por el triunfo de las misiones.

La perturbadora planificación y ejecución de la operación ha conducido a desastrosos resultados. Fuentes fiables afirman que, contrariamente a las declaraciones públicas del Estado Mayor Turco, 54 tanques han sido destruidos/dañados hasta ahora. Las pérdidas son grandes pero las ganancias son minúsculas.

A pesar de la arrolladora superioridad convencional de la que se disfruta, incluso las líneas logísticas de ISIS, usadas para refuerzo y evacuaciones, no se han cortado aún.

Más que admitir la evidente incompetencia, el régimen de Erdogan intentó salvar la cara reclamando “la falta de ayuda estadounidense a las tropas turcas”. El Primer Ministro llegó igual de lejos afirmando que “los demás no están haciendo nada, somos los únicos que estamos luchando”. Entonces, ¿de qué ayuda estaban hablando? Olvidando el hecho de que Estados Unidos ni estuvo de acuerdo con el plan ni prometió ninguna ayuda en relación con Al-Bab, ¿por qué pidió Turquía ayuda estadounidense en primer lugar?

Es obvio que la “ayuda” mencionada por Estados Unidos vendría desde el aire, ya sean en ataque o inteligencia. La Fuerza Aérea Turca fue usada para ser exhibida como la más grande de Europa. Con más de 250 combatientes, debería ser capaz de proveer fácilmente cualquier tipo de ayuda aérea que se necesitase. De hecho, el Estado Mayor Turco declara que 1.233 municiones guiadas atacaron 1.141 objetivos de ISIS. Sin embargo falla al mostrar cualquier efecto significativo en la voluntad o habilidad enemiga para luchar. O bien, la Fuerza Aérea está siendo extremadamente ineficaz, o estos números son sospechosos. Así que, asumiendo que estos números son correctos, ¿cuál es la fuente de la ineficacia? ¿Podría ser que la mayoría de los planificadores, pilotos y oficiales de inteligencia experimentados están en la cárcel ahora? ¿Incluso que algunos de los que no están en la cárcel, están siendo presionados, como los pilotos en Diyarbakir, quienes tienen que declarar ante la policía cada día e ir a misiones de vuelo en el mismo día? ¿El hecho de que la moral de cualquier buen personal se está desvaneciendo, mientras ven cómo el personal es arrestado y se preguntan cuándo va a ser su turno?

Erdogan no ha sido tímido al expresar su deseo de derrocar a Assad o de “Rezar en la Mezquita de Amawi” en Damasco. Después de deshacerse de la élite militar que se resistía a la participación en Siria sin aliados occidentales, las Fuerzas Armadas Turcas entraron en Siria sin un objetivo claro o un plan asociado. El acercamiento “Salto entre ciudades” ha fallado en la primera resistencia real.

La operación en Al-Bab lleva todas las marcas del aventurero codicioso alimentado políticamente, llevada a cabo por una fuerza incapacitada bajo un liderazgo incompetente. ¿Seguirá el “deseo del gloria” tras el inminente referéndum presidencial? Una victoria militar o una derrota podría hacerlo todo diferente.

FUENTE: e-Amyna (http://e-amyna.com) / PurgedNATO (purgednato.wordpress.com) /Traducido por Rojava Azadî