Activista kurdo condenado a muerte en Irán

La Corte Suprema de Irán aprobó el miércoles la pena de muerte dictada contra un activista kurdo de 24 años que ha permanecido casi 200 días en régimen de aislamiento desde su detención a principios de este año.

Ramin Hossein Panahi fue condenado a muerte el 15 de enero por el tribunal iraní en Sanandaj (Sina), provincia de Kurdistán, bajo el argumento de “actuar en contra de la seguridad nacional” y ser miembro del grupo opositor kurdo Komala.

Tras el veredicto pronunciado el miércoles, el abogado del activista kurdo, Hossein Ahmadi Niaz, dijo a Iran Human Rights, (IHR) que la “confesión de Panahi se había obtenido bajo tortura”.

“El proceso fue injusto y arbitrario porque las personas que lo detuvieron (son los demandantes), los fiscales y el tribunal forman un ente unido a este respecto. Por lo tanto, no atendieron nuestras peticiones”, explicó.

Niaz dijo que pediría “un nuevo juicio, lo que puede retrasar su ejecución”, pero reconoció que Panahi “podría ser ejecutado en cualquier momento y corre peligro”.

En junio, la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán abatió a tiros a tres miembros de Komala y detuvo a Panahi, que se encontraba herido.

Panahi, que recibió tres disparos, fue supuestamente trasladado a un hospital en Sina, capital de la provincia de Kurdistán, pero fue detenido media hora después y antes de recibir asistencia médica adecuada.

En septiembre, su familia informó a Kurdistan 24 que desconocía el paradero y el estado de Panahi, ya que las autoridades de la inteligencia iraní se habían negado a desvelar detalles sobre su detención.

La familia de Panahi urgió a organizaciones de defensa de los derechos humanos y a la opinión pública en general a presionar al gobierno central de Teherán para que proporcionara al preso político tratamiento médico y un juicio justo.

En consecuencia, el Centro de Documentación de Derechos Humanos de Irán, la Asociación para los Derechos Humanos en Kurdistán de Irán-Ginebra (KMMK-G), y otros grupos pro derechos humanos instaron a Irán a liberar al preso político y proporcionarle atención médica y un abogado.

“Las desapariciones forzadas son un delito según las leyes internacionales y exponen a las personas a un grave riesgo de ejecución extrajudicial, tortura y otras graves violaciones de los derechos humanos”, ha manifestado Amnistía Internacional en relación al caso de Panahi.

La familia Panahi ha perdido a varios de sus miembros a lo largo de los últimos años debido a la represión ejercida por Teherán sobre la oposición kurda.

FUENTE: Karzan Sulaivany / Kurdistan 24 / Traducido por Rojava Azadi